La ciudadanía vasca y sobre todo alavesa estamos consintiendo una grave injusticia que dura nueve largos años.

Los detalles pueden verse en www.veleia.fontaneda.net:

2006: el equipo arqueológico Lurmen descubrió en el yacimiento de Iruña-Veleia unas piezas con inscripciones, algunas en euskera.

2008: algunos catedráticos de la Universidad del País Vasco declararon falsas las inscripciones sin aportar ninguna prueba, basándose solamente en sus teorías y en sus opiniones.

2008: la Diputación Foral de Álava expulsó a Lurmen del yacimiento.

2009: la Diputación denunció en el juzgado al director Eliseo Gil, acusándole de falsificación. A continuación entregó la dirección del yacimiento a la Universidad.

2017: tras ocho largos años, la juez por fin en mayo ha terminado la instrucción y le ha pasado el caso a la Audiencia Provincial de Álava para que decida si abre juicio o lo archiva. La Audiencia lleva ya ocho largos meses sin decir ni mu..., se supone que buscando pruebas.

¿No se ha dado cuenta la Audiencia que en Iruña-Veleia sí que hay pruebas? Nada menos que cuatrocientas, las cuatrocientas piezas que descubrieron. Aunque es el juzgado quien debería custodiarlas, la Audiencia las encontrará, pero ¡en manos de la parte acusadora!, ocultas en el museo BiBat de la Diputación.

De todos modos, es suficiente que ordene hacer a unas pocas piezas en dos o tres laboratorios internacionales de prestigio los análisis científicos rápidos y baratos que determinen cuándo se hicieron las inscripciones... y se acabó.

Para reclamar que se acabe esta injusticia, hay convocada todos los jueves en Vitoria a las 8 de la tarde delante de la Diputación una concentración a la que estáis invitadas todas y todos los alaveses.

2018, año de la rehabilitación de Eliseo Gil. ¡Ya es hora!