Gontzal Fontaneda

Iruña-Veleia, ni pruebas ni prisas

En 2009 la Diputación Foral de Álava presentó una querella judicial contra Eliseo Gil, codirector del equipo arqueológico expulsado en 2008 del yacimiento de Iruña-Veleia, acusándole de haber falsificado los grafitos.

Pasaron once años, y en 2020 se celebró el juicio en el Juzgado de lo Penal de Vitoria, que dictó sentencia condenando a Eliseo Gil por falsificar los grafitos. Pero en los «Hechos probados» la propia sentencia demuestra lo contrario:

- La sentencia confiesa: «aunque considero que no ha resultado probado suficientemente que él mismo [Eliseo Gil] hubiera realizado de propia mano los grafitos…». Como no se ha «probado suficientemente», no es culpable.

- La sentencia se inventa personas ficticias, repitiendo diez veces: «[Eliseo Gil], bien por sí o bien por medio de terceras personas, realizó incisiones…». Esas «terceras personas» no existen, no tienen nombre, no han aparecido en los once años, en toda la sentencia no se identifica a ninguna.

Así que Eliseo Gil presentó recurso ante la Audiencia Provincial de Álava, que en su sentencia de 2021 volvió a condenar a Eliseo Gil aceptando sin más los «Hechos probados» de la sentencia del juicio:«Se aceptan los de la resolución impugnada»; es decir, no modifica nada, no aporta ninguna prueba contra Eliseo Gil y no encuentra ninguna «tercera persona».

Reivindicando su inocencia, en 2021 Eliseo Gil presentó recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional por su «firme convicción de que no se ha presentado ni una sola prueba, ni directa ni indiciaria, que determine la culpabilidad de los delitos por los que ha sido condenado, ni que se haya demostrado científicamente que los mencionados hallazgos sean producto de una falsificación».

Han pasado trece años y el Tribunal Constitucional lleva más de año y medio sin ni siquiera contestar si va a estudiar el recurso.

Ante esta injusta situación, el Gobierno Vasco, el Parlamento Vasco, la Defensoría del Pueblo del País Vasco, la Universidad del País Vasco, la Universidad de Deusto, la Universidad de Mondragón, la Real Academia de la Lengua Vasca, la Radio Televisión Vasca, la Sociedad de Ciencias Aranzadi, la Sociedad de las Ciencias de las Artes y de las Letras Jakiunde, la Sociedad de Estudios Vascos, todos callan (¡pobre País Vasco!) en vez de solicitar a la Diputación Foral de Álava que haga lo que se hace en todos los demás casos: que, para que aparezca la Verdad, envíe unas piezas a varios laboratorios especializados para que diriman científicamente cuándo han sido grabados los grafitos.

[Las citas y sus documentos completos se hallan en https://www.veleia.fontaneda.net]

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