El sábado 21 de abril de 2018 ha habido una importante manifestación de reivindicación y protesta convocada por el movimiento feminista ante el asesinato de dos mujeres en Vitoria.

Cuando hay una manifestación es que algo marcha mal y necesita una solución. Al mismo tiempo, cuando hay una manifestación es que la solución ha empezado a despertar.

Solución es lo que necesita el grave problema de la sumisión, menosprecio y agresión que sufre la mujer a lo largo de la historia. Pero la solución no radica solamente en la manifestación. La manifestación tiene que conducir a soluciones políticas de todo tipo: económicas, culturales, educativas y sociales.
(ver https://www.naiz.eus/eu/iritzia/cartas/agresiones-machistas-y-educacion)

Cada cual es libre de votar a quien le parezca (faltaría más). Pero si no se es consecuente, nunca habrá soluciones políticas por muchas manifestaciones que se convoquen.

Si tras participar en la manifestación se da el voto a la derecha, las agresiones machistas perdurarán, el problema feminista no tendrá fin, porque don Dinero, la Iglesia y el Gobierno de derechas que les sirve conservarán la potente arma que tienen en el machismo.
(ver https://www.naiz.eus/eu/iritzia/cartas/la-salida-feminista)

La derecha es conservadora, no porque sea buena ni mala, sino porque quiere «conservar» todo el poder, la riqueza y los privilegios que tiene desde antiguo.

Y para conservar debe vencer a la ciudadanía (la que trabaja y paga los impuestos) dividiendo a la clase obrera, dividiendo clase obrera y funcionariado y autónomos y agricultores, y sobre todo dividiendo a la sociedad por la mitad, hombres y mujeres, manteniendo que el hombre es superior y por ello tiene más derechos, tiene derechos sobre la mujer.

Mediante la división la ciudadanía misma acaba colaborando con los planes de don Dinero. Y el voto (libre, por supuesto) puede apoyar o destruir la manifestación.