No he podido aguantar más sus actuaciones al frente de ese Departamento de Salud, con algunas competencias en el anterior Gobierno, anexas, que poco o nada tenían que ver con la salud, aunque su actuación fue suficientemente nefasta, como para que alguien hubiera podido enfermar.

Relato uno por uno, los desatinos del Departamento por Vd., mal gestionado, y que si esto ha pasado con un solo ciudadano, no se como habrán andado el resto de la ciudadanía vasca.

Primera actuación. Vd. y su responsable del Instituto Vasco de Consumo “Kontsumobide”, negociaron con la Banca (BBVA, Santander, Caixa, Laboral Kutxa, etc.,), sin tener en cuenta para nada, a las personas que poseíamos las denominadas «subordinadas», llegando a un acuerdo con la banca, insisto sin tener en cuenta a los que disponíamos de este tipo de producto, por el cual Vd. con la complicidad de la banca, me robó, sí me robó 4.650€. El acuerdo al que llegó era que se eliminaba de un plumazo, a fondo perdido, el 30%, del capital, planteando el resto del capital, con otras formulas, dignas de todo desprecio, hacia su persona.

Segunda actuación, esta sí, ya de su (in)conocimiento, ya que yo creía que en este nuestro País Vasco, un paciente podía elegir su médico. Cual es mi sorpresa, cuando constato que se nos tiene como a los animales, «estabulados» en diferentes lugares, sin oír una vez más al ciudadano.

Así, hace ya 19 años, por lo que teníamos la suerte de tener otro Consejero de Salud, diferente a Vd., yo fui operado de un transplante de cadera, en el Hospital de Basurto, con unos resultados extraordinarios y dignos a todos los niveles (médicos, enfermeros y enfermeras, auxiliares, etc.) de ser tenidos en la más alta estima.

En la actualidad, con Vd., ya en la consejería, viene la tercera actuación. Era imprescindible para mí, operarme de una estenosis de canal, eligiendo un doctor de mi satisfacción, del Hospital de Basurto, pero resulta, que ahora nos tiene «estabulados» y de acuerdo con mi domicilio, tenía que ser operado en el Hospital de Cruces, donde, no conocía a nadie, más bien, desconocía a los cirujanos que tendrían que operarme. Solución a la privada, que eso a Vd., le viene bien, pues de allí vino al Gobierno.

Tras la operación de estenosis de canal, me aparece una lumbalgia postoperatoria, con un resultado francamente negativo. Soy consciente, que  después de trabajar cotizando 51 años, la artrosis ha llegado y difícilmente parece, tengo solución. Ni en la privada ni en la pública.

Cuarta actuación de su maravilloso departamento de Salud. Mi arritmia dispone, que desde hace 3 años, tenga que tomar una medicación, el conocido Sintrom, para poder controlar mi INR, entre 2 y 3, cosa que sin ningún problema y a pesar de los inconvenientes que tiene (analítica de sangre periódica, desplazamientos, etc.), sin rechistar he utilizado tal fármaco.

Pero en mi última revisión cardiológica, se me observan lesiones importantes del tipo de necrosis hemorrágicas cutáneas, por lo que se me receta por el medico de cabecera, un fármaco anticoagulante, como es el “Rivaroxaban o Xaretto 20 mg”, acudiendo a por él a la farmacia y a pesar de estar pautado. ¡Sorpresa!, la inspección ha prohibido su entrega.

Me presento ante la inspectora con un informe del cardiólogo, como había ella solicitado al medico de cabecera y nuevamente sorpresa, me informa que el Ministerio de Sanidad español, no permite  -supongo que en España- pero en Euskal Herria tampoco, tal fármaco, para lo cual es preciso remitir al Departamento de Sanidad y Consumo (no han cambiado la nomenclatura), otro informe ahora de un dermatólogo, no sirve el del cardiólogo, solicitado por la inspección.

La razón es bien sencilla, el Sintrom, cuesta creo 2,50€ a los jubilados y el Xaretto 90€. Por economía, que se mueran los pacientes.

Sr. Darpón, supongo que tendrá a bien leer esta carta y se dará cuenta que este ciudadano vasco, esta hasta allí y más arriba, de sus actuaciones.

¡¡¡Pikutara!!!