Normalmente ojos ajenos a un país suelen ser los que ponen en valor proyectos que, por coincidencia con otros o por cercanía, suelen pasar más desapercibidos para la propia comunidad. Y eso ha ocurrido con el informe sobre la iniciativa Ahotsak que ha elaborado la Escola de Cultura de Pau de la Universitat Autònoma de Barcelona. El estudio concluye que la aportación a largo plazo para la resolución del conflicto de Ahotsak fue importante, puesto que sirvió para fortalecer un clima social de apoyo al proceso de paz, humanizar las relaciones políticas entre diferentes, además de movilizar a las mujeres como sujeto político. Objetivos que permitieron allanar el camino a otros cambios que se dieron posteriormente.

Ahotsak fue una iniciativa conformada por mujeres de todos los ámbitos geográficos de Euskal Herria y de todo el espectro político, con la excepción de PP y UPN, lo que ya es un logro notable en sí mismo. No menos importantes fueron los tres puntos sobre los que Ahotsak movilizó a las mujeres. En primer lugar, señalaron que lograr la paz es una demanda social y una prioridad política. A continuación, reivindicaron que todos los proyectos políticos pueden y deben ser defendidos y, llegado el caso, materializados utilizando instrumentos democráticos. Y por ultimo, señalaron que la ciudadanía vasca tiene derecho a mantener, modificar o transformar el marco jurídico-político siguiendo para ello los procedimientos democráticos que se acordasen. En la actualidad, sin haber concluido la resolución de las consecuencias del conflicto y con el proyecto independentista demonizado por algunos y sin vías para su materialización, el manifiesto de Ahotsak siguen manteniendo plena vigencia.

Los movimientos de mujeres han desempeñado un importante papel en la resolución de muchos conflictos en todo el mundo y Euskal Herria tiene también una experiencia propia que aportar de la mano de Ahotsak.