Faltan coordinación y vertebración territorial

Los túneles de Belate y Almandotz permanecerán cerrados desde el próximo lunes, 19 de agosto, hasta el 31 de octubre, debido a las obras de adaptación a la normativa europea que se están llevando a cabo en esa carretera. A su vez, las obras de adecuación de los túneles de la Autovía de Leitzaran, que se suponía que iban a terminar para el año pasado, no se finalizarán al menos hasta 2025, y también acarrean sucesivos cortes y desvíos. A sabiendas de que la gestión de estas infraestructuras no es sencilla, el número de incidencias en esas vías durante estos años es difícil de creer. Además, la falta de coordinación y de transparencia son preocupantes. Este cierre de los túneles coincidirá al menos dos semanas con las obras de la N-I en Andoain, que el Gobierno navarro recomienda como vía alternativa.

Los túneles de estos corredores entre Nafarroa y Gipuzkoa, que además de vertebrar esa parte del país lo conectan logísticamente con Europa y la península, no tienen ni treinta años. La directiva europea de seguridad vial que obliga a acondicionar estas infraestructuras es de 2004. Es decir, para cuando se abrieron ambas carreteras, en 1995 la A15 y en 1997 Belate, ya era evidente que pronto no cumplirían con las normas de seguridad. Y se ha tardado más de veinte años en implementar esas medidas. Mientras tanto, se han seguido construyendo más infraestructuras, sin un criterio general claro, beneficiando siempre a las mismas empresas, hipotecando las cuentas públicas, sin adaptar la movilidad a los retos de la crisis climática y energética, y sin rendir cuentas.

Los errores a la hora de diseñar y llevar a cabo las obras públicas deben ser explicadas a la ciudadanía. Unos por sus obsesiones antivascas y otros por sus intereses económicos, ni atienden a las prioridades ni asumen responsabilidades. Y gestionan mal, fatal. No se puede olvidar que en este momento en Ezkio hay un monumento al despropósito público, con una estación fantasma de un TAV que nadie dice si va a pasar jamás por ahí. La falta de coordinación es grave, pero la falta de un plan de vertebración del territorio al servicio de la ciudadanía y del desarrollo económico es insostenible.

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