Hoy hace 29 años, Miguel Indurain y Abraham Olano lograban las medallas de oro y plata respectivamente en la prueba contrarreloj del Campeonato del Mundo de Ciclismo en Ruta celebrado en Colombia. El navarro confirmó su condición de número uno de la modalidad y solamente el guipuzcoano pudo acercársele y quedar a 48 segundos. El bronce fue para el alemán Uwe Peschel, que quedó a dos minutos de Indurain.
La carrera se disputó en un recorrido de 43 kilómetros entre las localidades de Paipa y Tunja. Desde las primeras pedaladas Indurain y Olano dejaron claro que eran muy superiores al resto de los participantes. Tal y como destacaba el periodista de 'Egin' Jose Mari Uribarri, el de Atarrabia remató la contrarreloj con una gran exhibición en la parte más dura del circuito, donde sobrepasó al excampeón Maurizio Fondriest y apunto estuvo de hacer lo mismo con Erik Breunik, que había salido cuatro minutos antes que él.
La llegada del navarro desató la locura, el público invadió la zona de meta y hubo alguna que otra bronca entre aficionados, ciclistas y trabajadores de la carrera.
«Este triunfo entraba dentro de mis cálculos desde que decidí no disputar la Vuelta y preparar meticulosamente los Mundiales, por eso estoy muy satisfecho, ya que hemos conseguido el primer objetivo», decía Indurain en una declaraciones recogidas por 'Egin'.
Y es que Indurain se había preparado a conciencia para asaltar un triple objetivo: el Campeonato del Mundo Contrarreloj, el Campeonato del Mundo en Línea y el récord de la hora.
Tras el primer triunfo, cuatro días después encararía su segundo objetivo. El mundial de línea se disputó en torno a la ciudad colombiana de Duitama, en un duro circuito que se encargó de hacer la selección de los mejores para la parte final. Olano atacó y se marcho en solitario, mientras que Indurain controlaba por detrás al resto de favoritos. El de Anoeta pinchó en los últimos kilómetros, pero eso no le impidió llegar a meta el primero y hacerse con el oro y el maillot arcoíris. Indurain se llevó la plata por delante del Marco Pantani.
Días después, Indurain tuvo que desistir de su objetivo de batir el récord de la hora, que ya lo había logrado en 1994 pero vuelto a perder en manos de Tony Rominger. La fatiga acumulada durante la temporada y las malas condiciones del velódromo de Bogotá (en el que entraba viento) le obligaron a suspender el intento.