1977/2024 , 28 novembre

Iñaki  Iriondo
Cronista político

Incineradora de Zubieta: un lustro de humos, vertidos y un debate que no se debe cerrar

El mismo día en que el pleno del Parlamento Europeo declaraba la situación de emergencia climática y medioambiental, tal día como hoy hace cinco años, la incineradora de Zubieta ya humeaba. Faltaba poco para su puesta en marcha.

Un mes después de su arranque en pruebas, la incineradora seguía echando humo a toda máquina.
Un mes después de su arranque en pruebas, la incineradora seguía echando humo a toda máquina. (Gorka RUBIO | FOKU)

El humo de las chimeneas de la planta incineradora de Zubieta era bien visible el 28 de noviembre de 2019, cuando el pleno del Parlamento Europeo declaró la situación de emergencia climática y medioambiental y reclamó a la Comisión Europea, a los Gobiernos de la UE y a «todos los agentes mundiales» la adopción urgente de medidas para «combatir y detener esta amenaza antes de que sea demasiado tarde». GARA llevó a primera página la fotografía.

Las humeantes chimeneas de Zubieta ocuparon la portada de GARA el 29 de noviembre de 2019.

El humo que se elevaba por las chimeneas era la prueba gráfica de que la incineradora de Zubieta ya estaba en marcha, en pleno periodo de pruebas. La humareda se debió al «precalentamiento» de los hornos incineradores, según precisó el diputado de Medio Ambiente de Gipuzkoa, José Ignacio Asensio, en declaraciones a Radio Euskadi, que adelantó que la combustión de residuos sería una realidad desde inicios de la semana siguiente.

Este quinto aniversario del inicio de las quemas de Zubieta llega en un momento en el que un estudio de la BBC, firmado por Esme Stallard, Matt McGrath, Patrick Clahane y Paul Lynch, ha llegado a la conclusión de que «la quema de basura doméstica en incineradores gigantes para generar electricidad es ahora la forma más sucia de generar energía en el Reino Unido».

La BBC ha examinado cinco años de datos de todo el país y descubierto que la quema de residuos produce la misma cantidad de gases de efecto invernadero por cada unidad de energía que la energía a base de carbón, que fue abandonada por el Reino Unido el mes pasado.

Por otra parte, durante estos cinco años se han producido variados accidentes e incidentes, cuya importancia siempre ha sido relativizada tanto por el Consorcio de Residuos de Guipuzkoa (GHK) como por el Gobierno de Lakua que debería controlar su funcionamiento, y que en lugar de corregir los malos funcionamientos detectados en la planta, lo que hace en muchos casos es ir adaptando sus permisos medioambientales para que encajen procedimientos perniciosos que inicialmente no estaban admitidos.

Antecedentes

Antes de abordar una somera cronología de los principales incidentes de estos años, es preciso recordar los antecedentes.

Las obras empezaron en mayo de 2017 y, de acuerdo con el contrato, debían haber finalizado en 26 meses; es decir, para el día 3 de junio de 2019. La puesta en marcha completa del CMG1 estaba prevista para el 3 de octubre de 2019.

Sin embargo, según recuerdan desde GuraSOS, dicha puesta en marcha completa no se produjo formalmente hasta el 10 de diciembre de 2020 y realmente hasta la primavera de 2021. Y pese a no estar acabada y probada totalmente la instalación, la administración ambiental declaró la efectividad de la Autorización Ambiental el 16 de junio de 2020.

El 28 de noviembre de 2019, la incineradora de Zubieta realizó su primera prueba de incineración, con nueve toneladas.

Imagen difundida por GHK de las basuras quemadas en la incineradora.

Tras un paulatino proceso de ensayos y puesta a punto, la instalación entró en funcionamiento en febrero, incinerando residuos de manera ininterrumpida desde el 7 de febrero de 2020, cuando las obras estaban sin terminar, las instalaciones sin probar en su totalidad, las medidas correctoras de emisiones a la atmósfera estaban aun sin implementar y sin contar con las medidas de seguridad que tenía diseñados y previstos en el proyecto y exige la AAI.

Incidentes y accidentes

Antes de la entrada en funcionamiento de la incineradora, el 22 de marzo de 2018 SOS Deiak recibió un aviso de un vertido en la regata Arkaitzerreka cuyo origen estaba en las obras de Zubieta; el 11 de junio de 2019, se produjo una explosión y pequeño incendio en las protecciones del transformador principal y el 28 de julio de 2019 hubo un nuevo vertido en Arkaitzaerreka.

En noviembre de 2020 se produce un incendio grave en el foso de residuos de la incineradora. No se avisó siquiera a los bomberos y se terminó controlando por los trabajadores que se quejaron por no tener formación al respecto.

El 31 de diciembre de 2020, nuevo incendio en el foso de la incineradora, controlado por los trabajadores y ocultado. Y el 12 de enero de 2021, tercer incendio en 2 meses. Esta vez llaman a los bomberos y SOS Deiak anuncia el suceso en la red social Twitter.

El 25 de abril de 2022, tercer accidente industrial grave del transformador que daña el mismo irremediablemente. El fabricante, tras un primer análisis y test del transformador, concluyó que todo parece indicar que se han reiterado las negligencias del 1 de septiembre de 2020.

El 13 de julio de 2022, nueva llamada al 112 para denunciar que del tubo que recoge las aguas subterráneas de la incineradora, en el punto en que descarga en la regata Arkaitzerreka sale gran cantidad de líquido rojo y espuma. La Agencia Ura y el Ayuntamiento de Usurbil toman muestras. El Consistorio las hace públicas. Gran cantidad de amonio (200 veces el máximo permitido) y metales pesados.

Imagen difundida por el movimiento contra la incineradora, en la que se aprecia la contaminación en Arkaitzerreka.

El 3 de noviembre 2022, el diputado de Medio Ambiente de Gipuzkoa, José Ignacio Asensio, confesó en la asamblea de GHK que la incineradora de Zubieta tiene un problema de estanqueidad. Y de ahí proviene todo el enfrentamiento sobre los lixiviados enviados a una planta no autorizada de Artaxoa, que ha acabado con un enfrentamiento todavía no resuelto entre los Gobiernos de Nafarroa y Lakua.

En cinco años ha habido, además de 240 paradas no programadas, averías que impiden la generación de electricidad, varias semanas con un funcionamiento irregular, y un nuevo incendio en el foso de voluminosos de la incineradora el 4 de julio de 2023.

Son suficiente causas para retomar el debate sobre la necesidad de esta incineradora. Releamos a la BBC.