1977/2024 , 31 décembre

Fermin Munarriz

La memoria de un país, un paso hacia el futuro

(Gorka RUBIO | FOKU)

Culmina el año del 25º aniversario de GARA y Etorkizuneko Artefaktua llega a su fin. El 1 de enero abrimos una ventana para observar la vida de nuestro país y del mundo durante medio siglo en un ejercicio periodístico insólito.

Hoy concluye, pero la ventana no se cierra. Queda abierta para el futuro en NAIZ y en formato libro, disponible en Naiz Denda. Para descubrir, para consultar o para volver a sorprenderse con aquello que vivimos o vivieron.

Han sido 366 días –es año bisiesto– de un proyecto periodístico sin precedente: desde el nacimiento de 'Egin' en 1977 hasta la actualidad, cerca de mil piezas informativas, unas cuatro mil portadas elegidas de 'Egin', 'Euskadi Información', GARA, 7K y Gaur8, tres centenares y medio de frases seleccionadas a lo largo de estas décadas y unas 15.000 fotografías escogidas de los fondos de la agencia Foku. En resumen, una tarea colosal por su magnitud y por la implicación de más de medio centenar de periodistas, fotógrafos y colaboradores.

Sabemos que ha tenido muchos seguidores fieles a la cita diaria, tanto en la versión digital como impresa, desde el kiosco, el ordenador o el móvil. Otros comenzaron picoteando tímidamente hasta constatar que bajo aquella nueva sección había algo especial: la memoria vital de una comunidad, con acontecimientos impactantes, asombrosos, emocionantes… Con la cara unas veces amable y otras incómoda de la vida. En la política, en la cultura, en el deporte, en la sociedad, en el ámbito internacional, a través de las piezas informativas reproducidas tal y como se publicaron en su momento o revisitadas de la mano de sus protagonistas o testigos.

Nadie encontrará nostalgia en Artefaktua. Nada más lejos de la conservadora sentencia de «todo tiempo pasado fue mejor». Simplemente fue diferente. Por ello, este ejercicio no es nostalgia, es memoria. Memoria colectiva y transmisión con la mirada en el futuro.

Precisamente el pasado jueves reproducíamos la entrevista que la pensadora Naomi Klein concedió a GARA en 2007 al hilo de su obra 'La doctrina del shock'. Su titular era elocuente: «La memoria es nuestra única esperanza».

«Las comunidades que resisten con más fuerza hoy en día son aquellas que cuentan con las historias más largas y mejor arraigadas de memoria colectiva –decía la escritora canadiense–. Las estrategias del shock son estrategias que se basan en aprovecharse de cómo perdemos la conciencia de dónde estamos en tiempo y espacio, de cómo perdemos nuestro relato, nuestra historia y nuestro lugar en el espacio y en el tiempo».  

Muchas personas se preguntaron tras el cierre de 'Egin' y la fundación de GARA cómo sería Euskal Herria si no hubieran existido esos medios. Diferente, muy diferente, porque la información es también motor de conciencia y de cambio. Y en particular si acceden a esos altavoces las personas, los sectores sociales y las realidades vetadas en los grandes medios.

Vivimos en tiempos de eso que algunos llaman fake news. La mentira de toda la vida, y con ella la necesidad de desenmascararla también desde el periodismo. ¿Qué eran, si no, las versiones oficiales? Sí, aquella de la Policía que dispara al aire pero muere una persona en el suelo, la de los «hábiles interrogatorios», la del manual para denunciar tortura, la del «crimen pasional» en lugar de asesinato machista, la de que huyó esposado a la espalda sin saber nadar, la de los agentes que «se vieron obligados a actuar» ante la protesta pacífica de trabajadores, ecologistas, inmigrantes, mujeres, estudiantes... o tantas otras.

Desde su concepción, Etorkizuneko Artefaktua tuvo la mirada puesta en el futuro como contribución para saber de dónde venimos, dónde estamos y contar con instrumentos informativos e intelectuales vigorosos con los que afrontar los retos que Euskal Herria tiene por delante.

Hoy Etorkizuneko Artefaktua llega a su fin. Fue bello mientras duró. Y seguro que será bello lo que está por llegar. Comienzan los próximos 25 años.