Sexta carta pública a los extraterrestres
Koldo Campos Sagaseta
Estimados extraterrestres. Ignoro si esta sexta carta que les envío llegará finalmente a su platillo volador pero, si así fuera, les ruego tengan a bien ponderar mi meditada propuesta y actuar en consecuencia.
De más está confesarles que nada me importa su repugnante viscosidad o sus repulsivas escamas verdes, sus deformes antenas o cualquier otro asqueroso rasgo de su alienígena personalidad. Conozco demasiados humanos en este sufrido planeta que disfrutando de mejor apariencia son, sin embargo, mucho más nauseabundos que ustedes.
Y tampoco tienen que preocuparse de convencerme, caso de que por fin se decidan a invadirnos, de que sus deplorables propósitos sean dignos de encomio y de respeto, porque también conozco cómo ciertos humanoides tenidos por civilizados, disimulan con virtuosos discursos y proclamas las más viles y rastreras conductas. Hasta ustedes se sonrojarían, no importa su vegetal naturaleza, de las infamias que muchos que se tienen por devotos cristianos y progresistas demócratas son capaces de cometer y reiterar.
Por ello les insisto en que si se deciden a atacar la Tierra, y siendo quien suscribe un ciudadano consciente y responsable de sus actos, me pongo a su disposición para lo que consideren, sin necesidad de gratificación alguna, dietas u otros beneficios.
Hasta he creado una plataforma de sesudos intelectuales que, a cambio de ciertos reconocimientos, estatuillas y micrófonos abiertos, se han prestado de buen grado a secundar esta carta y darles la bienvenida.
Si para invadir la Tierra necesitan pretextos que lo justifiquen yo mismo les puedo ofrecer las excusas que gusten, junto a la confirmación de que ninguna es necesaria. En cualquier caso, siempre podrán alegar que el régimen estadounidense dispone de terribles arsenales de armas de destrucción masiva, que hay en Estados Unidos 40 millones de personas pasando hambre (incluyendo 13 millones de niños) según el último informe del Departamento de Agricultura de ese país, y son decenas los millones de personas (en buena parte afroamericanos) que dependen de bancos de comida para alimentarse; que en Estados Unidos hay más de medio millón de personas (553.000) viviendo en la calle según el censo del pasado año del Departamento de Vivienda de ese país, especialmente en Los Ángeles y Nueva York, cifras que según Phillips Alston, relator de Naciones Unidas para la extrema pobreza, han aumentado en los últimos años. El relator de la ONU también considera que la situación empeora por la “criminalización de la pobreza debido a los arrestos por delitos menores de las personas que viven en la calle”.
Así que, estimados extraterrestres, si necesitan pretextos para su intervención pueden alegar sentirse amenazados, defensa propia, una misión de paz o el rescate de posibles extraterrestres en ese país, siempre bajo la cobertura de la ayuda humanitaria o que el actual presidente del régimen estadounidense, al igual que sus antecesores, es un inmundo y repulsivo sicario del gran capital. Les ruego que, a la mayor brevedad, dejen caer sus democráticos racimos de bombas inteligentes sobre ese país, sin preocuparse en absoluto por los daños colaterales que puedan provocar, dado que el fin justifica cualquier criminal medio, y que apliquen con justiciera precisión su profiláctica limpieza porque, por más civiles inocentes que mueran achicharrados por sus rayos Ganma de última generación, no estarán haciendo nada que Estados Unidos, Europa e Israel no hayan hecho y sigan haciendo con sobrada insistencia y total impunidad.
Si los supuestos abanderados de la democracia y la libertad pueden matar en nombre de la vida y hacer la guerra en nombre de la paz, también ustedes, anhelados extraterrestres, pueden enmascarar sus genocidios con los mismos pretextos que este servidor no se lo va a censurar. Muy al contrario, les reitero que siempre podrán encontrar en mi persona a un seguro colaborador para lo que dispongan.
Sí les suplico, para cuando se decidan a dejar caer sus naves sobre este planeta, que hagan bien el trabajo, que no dejen nada para el día siguiente y que, si es posible, comiencen su operación “Ratas de la Tierra” por la Casa Blanca, el Pentágono, Wall Street, las sedes del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, así como las sedes de CNN, CBS, NBC, FOX, BBC,Reuters, el Grupo Prisa y (favor especial) el Diario de Navarra.
Atentamente, agradeciéndoles la atención prestada, besa sus escamas o lo que sea que tengan... Koldo Campos Sagaseta.
(Euskal presoak-euskal herrira/Llibertat presos politics/Altsasukoak aske/Aurrera República Bolivariana de Venezuela)