«El fondo norte representa un lugar sagrado para nosotros, un ambiente con un código no escrito que hay que respetar. Las primeras filas del fondo siempre las hemos vivido como si fueran una trinchera y dentro de ella no admitimos Mujeres, Esposas ni Novias por lo que las invitamos a posicionarse a partir de la fila diez...». Así rezaba la octavilla que decoraba las gradas del fondo norte del Olímpico de Roma, donde jugaba este fin de semana el Lazio contra el Nápoles. La circular ha causado una gran indignación en Italia.
Los ultras de la Lazio son conocidos por sus sanciones por racismo. El último episodio racista lo protagonizaron en octubre del año pasado. Entonces empapelaron la curva del estadio con pegatinas de Ana Frank, la niña asesinada por el nazismo, con la camiseta del Roma, el equipo rival. «Ana Frank anima a la Roma», pretendía ser el insulto.
El comportamiento antisemita de la hinchada, finalmente, costó 50.000 euros. Durante las dos siguiente jornadas la Federación obligó a leer un fragmento del diario de Ana Frank en todos los estadios y los futbolistas de la Lazio vistieron una camiseta contra el antisemitismo.
La curva, el fondo de los ultras, de la Lazio ha sido cerrada un sinfín de veces por racismo. Sólo el en 2013 la 'Curva Nord' fue cerrada en cuatro ocasiones por sus habituales exaltaciones del fascismo.