Las reacciones a la moción de censura en Iruñea también han llegado desde Madrid.
La portavoz del Gobierno español, Pilar Alegría, ha pedido al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, y a UPN que abandonen la política del «señalamiento» y el «insulto» a cuenta de la moción de censura que, como ha hecho la concejala del PSN Marina Curiel, la ha limitado a una «decisión de ámbito local».
Desde las derechas, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha alertado de que «hoy España pierde un partido de Estado» porque Pedro Sánchez «ha decidido acabar el año brindando con Bildu». Ha considerado que la moción de censura de Iruñea es una «indignidad» que cruza todas las líneas y con la que «el señor Sánchez ha llevado al PSOE fuera del constitucionalismo, el sentido común y la dignidad».
Su compañera de partido y presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha señalado a Pedro Sánchez como «responsable» de haber «vendido Pamplona al brazo político de ETA», algo que, a su juicio, se podría haber evitado si se hubiera llevado a EH Bildu a los tribunales.
La ultraderecha de Vox ha cargado también contra Sánchez como responsable del «pacto sórdido entre el Gobierno y los herederos de ETA», y también lo ha hecho contra el líder del PP por «legitimar el golpe» con sus reuniones con el jefe del Ejecutivo español.