Un infarto acabó el martes por la noche en su domicilio con la vida de Anton Borja, Doctor en Economía y profesor titular de la UPV-EHU, una persona comprometida con Euskal Herria y ferviente defensora de un nuevo modelo económico y social frente al neoliberalismo; de una economía al servicio del país y de sus ciudadanos.

A ese empeño dirigió precisamente todos sus esfuerzos hasta los últimos días. De hecho, este pasado domingo, GARA publicaba un extenso artículo suyo en el que mostraba su preocupación por el devenir de la compañía vasca Euskaltel tras su anuncio de salida a Bolsa.

El artículo lo firmaba como miembro de Ekoneus, asociación cuya creación había impulsado en el último año entre varios profesores universitarios con un primer objetivo de analizar y debatir alternativas a la privatización de las cajas de ahorros –una de sus mayores preocupaciones por su impacto en la economía vasca–, aunque también tenían previsto estudiar otros temas de la actualidad socioeconómica.

Al margen de ello, Anton Borja colaboró tanto con medios de comunicación como con organizaciones políticas y sindicales para aportar sus profundos conocimientos económicos y sus propuestas en torno al tejido productivo vasco. No en vano, era autor de profundos trabajos sobre la historia de la economía vasca o la industria de Ipar Euskal Herria.

Fue consejero de BBK, asesor del Consejo Económico y Social (CES) y socio fundador, en 2004, del observatorio Gaindegia, para el que realizaba sus prospecciones económicas que, según recuerdan sus compañeros, se cumplían en su integridad.

A sus 70 años de edad, seguía ejerciendo como profesor y tenía previsto retirarse en setiembre de la docencia, pero no de los múltiples proyectos en los que colaboraba. Sus allegados le despedirán hoy a las 19.30 en el tanatorio de Funeraria Bilbaina.