Locomotoras eternas: viajes en tren, al presente y al pasado
Gran Bretaña se encargó de exportar el ferrocarril al resto del mundo y casi dos siglos después algunos de sus trenes de vapor sobreviven en el tiempo pese a la aparición de las locomotoras diesel, las eléctricas y hasta esos trenes bala.
Lejos de esas velocidades supersónicas están esos supervivientes de vapor, para partidarios de la calma de los viajes tranquilos, que en muchos casos servían de vehículos de mercancías como el ‘Mince Pie Special’ que recorre un tramo de línea de cinco millas entre la ciudad de Keighley y Oxenhope en Worth Valley. La línea se construyó en 1867 pero fue cerrada por British Railways en 1962. Reabrió como un ferrocarril patrimonial en 1968 y actualmente opera con sus servicios ferroviarios de vapor y diesel durante más de doscientos días al año.
La historia de estas vías está ligada a las fábricas de lana y a la literatura; las primeras tuvieron mucho que ver en su origen y la segunda en su permanencia. Inauguradas el 15 de abril de 1867, se construyeron para facilitar el transporte de carbón a las fábricas de lana de la zona. Cuando muchas de esas fábricas cerraron, coincidiendo con el final de la era industrial, la línea siguió el mismo camino. Fueron las gentes del lugar las que años después lograron su reapertura, mirando para atrás y aprovechando la historia de los alrededores que incluye a las hermanas Bronte.
Reconvertido en transporte para pasajeros, sobre todo turistas, la excursión permite una visita al Museo del Ferrocarril y al universo de Charlotte, Emily y Anne Bronte puesto que pasa por Haworth, el pueblo en el que las autoras de ‘Jane Eyre’ o ‘Cumbres Borrascosas’ escribieron sus novelas más célebres y en el que vivieron desde 1820 a 1861. Oriundas de Thornton (Bradford), las Bronte se trasladaron a este pueblo del condado inglés de West Yorkshire donde su padre ejercía de clérigo en la iglesia local. Su casa de entonces hoy es un museo dedicado a estas escritoras lleno de sus objetos personales: desde cartas y manuscritos hasta muebles y ropas. Haworth es un destino turístico en el que los seguidores de las Bronte campan a sus anchas recorriendo páramos y senderos entre la realidad, la ficción y el negocio.
El billete para acceder a este hermoso tren –parte de cuyo recorrido se aprecia en estas imágenes tomadas en este enero de nieve– permite otras visitas interesantes como la del Museo del Ferrocarril en la estación de Oakworth, que desde hace unos años mantiene su aspecto eduardiano gracias al alumbrado de gas, las lámparas de carbón y otros detalles.
Probar en el Urola
En Euskal Herria, los interesados en disfrutar de la experiencia de uno de estos transportes de vapor y carbón lo tienen cerca. El Museo Vasco del Ferrocarril, ubicado en Azpeitia, cuenta entre sus actividades con un viaje por las vías del Urola. En la antigua estación de la localidad guipuzcoana hay cinco locomotoras preparadas para recorrer los 4,5 kilómetros de vía que dispone el Museo. Eso sí, la temporada para viajar en uno de sus emblemáticos transportes suele empezar en Semana Santa y se alarga hasta final de año.