Es harto famosa la afición absurda de los periodistas por medirlo todo en campos de fútbol. Dice la Wikipedia que dice la FIFA que las dimensiones de un campo de fútbol han de ser de entre 90 y 120 metros de largo por otros entre 45 y 60 de ancho. Ya ven que, como sistema de medida, los campos de fútbol muy precisos no son. Una cancha de baloncesto es otra cosa, ahí sí que la medida es fija: 28 metros por 15.
Según el equipo de investigadores suizos y daneses que la ha localizado, la isla más septentrional del mundo mide como dos canchas de baloncesto. O como medio campo de fútbol por no romper la tradición.
«Éramos seis personas en un pequeño helicóptero, y cuando llegamos a la posición de la isla Oodaaq, no pudimos encontrarla», ha dicho a la BBC Morten Rasch, coordinador de la expedición, añadiendo que los mapas no eran muy exactos en esa parte del mundo.
«Así que empezamos a buscar la isla. Después de unos minutos muy emocionantes, aterrizamos en un extraño montón de lodo, depósitos de morrena y grava sin vegetación, rodeado de hielo marino por todos lados: un lugar no muy amigable», ha seguido relatando.
Rasch y los demás no eran geógrafos ni exploradores, sino que viajaron hasta el extremo del planeta para estudiar formas de vida adaptadas a climas extremos. No fue hasta la vuelta, cuando consultaron con otros expertos de la zona su pequeña aventura, cuando se dieron cuenta que todo ese montón de barro podría obligar a cambiar buena parte de los atlas, que deberán de corregir eso de que Oodaaq es el punto más septentrional de tierra firme.
Pero, claro está, cambiar los atlas requiere un nuevo nombre para esas dos canchas de baloncesto cubiertas de barro. Han pensado en Qeqertaq Avannarleq, que significa en groenlandés «la isla más septentrional».
Quizá no sea buena idea. Como otros después repitan su hazaña y encuentren algo todavía más al norte, ya no solo habrá que cambiar los atlas, sino que el propio nombre de Qeqertaq Avannarleq le quedará grande al nuevo descubrimiento.
«Desde una perspectiva personal es, por supuesto, de alguna manera divertido estar entre esas seis personas de la tierra que han tenido las botas embarradas en el punto más septentrional del mundo», ha confesado Rasch a la BBC al dar cuenta de su descubrimiento.
Por otro lado, hay que recordar que eso de ser el punto de tierra firme más septentrional del planeta no es del todo pacífico. La isla de Kaffeklubben, también en Groenlandia, está un poco más al sur que Oodaaq, pero es más grande y tiene suelo de roca, no grava y barro.
Actualmente, hay abiertas recogidas de firmas digitales para volar con explosivos Oodaaq y zanjar la disputa. Y es que Oodaaq es aún más pequeño que el nuevo islote sin nombre oficial. Mide 15 por 8 metros, cuatro veces menos que Qeqertaq Avannarleq. O media cancha de baloncesto. De ahí que no la encontraran tan fácilmente.