Paleontólogos han presentado este jueves la pata de un dinosaurio que murió por el cataclismo del asteroide que impactó contra la Tierra y acabó con estos animales hace 66 millones de años.
El nuevo hallazgo, localizado en Dakota del Norte, se presenta en un documental basado en tres años de filmación que la BBC emitirá el 15 de abril.
En el yacimiento, denominado Tanis, también se han encontrado fósiles de otros animales que respiraron los escombros provocados por el impacto del asteroide.
Así, se incluyen el fósil de una tortuga que fue ensartada con una estaca de madera; restos de pequeños mamíferos y las madrigueras que hicieron; piel de un triceratops con cuernos; el embrión de un pterosaurio volador dentro de su huevo; y lo que parece ser un fragmento del propio asteroide.
«Tenemos tantos detalles con este sitio que nos dicen lo que sucedió momento a momento, es casi como verlo en las películas. Miras la columna de roca, miras los fósiles allí, y te trae de vuelta hasta ese día», ha explicado el declaracones a la BBC Robert DePalma, estudiante graduado de la Universidad de Manchester, que dirige la excavación de Tanis.
A día de hoy se acepta ampliamente que una roca espacial de aproximadamente 12 km de ancho golpeó el planeta y causó la última extinción masiva. El sitio de impacto ha sido identificado en el Golfo de México, frente a la península de Yucatán. Eso está a unos 3.000 km de Tanis, pero tal fue la energía provocada que su devastación se sintió por todas partes.
Restos del asteroide en organismos acuáticos
Los restos de animales y plantas de Tanis parecen haber sido arrollados por las olas de agua que generaron los temblores posteriores al impacto, ya que los organismos acuáticos se mezclan con las criaturas terrestres.
El esturión y el pez espátula en esta maraña de fósiles son clave. Tienen pequeñas partículas atrapadas en sus branquias. Se trata de esferas de roca fundida expulsadas por el impacto que luego cayeron por todo el planeta. Los peces habrían respirado las partículas cuando entraron al río.
Las esférulas se han relacionado químicamente y por datación radiométrica con el lugar del impacto en México, y en dos de las partículas recuperadas de resina de árbol también hay pequeñas inclusiones que implican un origen extraterrestre.
«Cuando notamos que había inclusiones dentro de estas pequeñas esferas de vidrio, las analizamos químicamente en el sincrotrón de rayos X Diamond cerca de Oxford», ha detallado el profesor Phil Manning, supervisor de doctorado de DePalma en Manchester.
«Pudimos separar la química e identificar la composición de ese material. Toda la evidencia, todos los datos químicos de ese estudio sugieren fuertemente que estamos viendo una parte del impactador, del asteroide que acabó los dinosaurios», ha apuntado.