Las personas con menos recursos económicos viven entre 3 y 4 años menos que las más ricas, según ha puesto de manifiesto un trabajo de varios grupos del Área de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) del Consorcio Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER-ISCIII), que ha sido publicado en la revista científica ‘Scientific Reports’.
Los equipos investigadores del Centro Nacional de Epidemiología del ISCIII, del Instituto de Investigación Biosanitaria ibs. Granada, la Universidad de Granada y la Escuela Andaluza de Salud Pública han desarrollado las primeras tablas de vida en el Estado español por nivel socioeconómico, que serán de gran utilidad para estudiar la supervivencia de distintas enfermedades, entre ellas el cáncer.
Analizando la relación entre el nivel y la esperanza de vida al nacimiento, los autores han determinado que las mujeres y hombres que residen en las zonas más pobres viven entre 3,2 y 3,8 años menos, respectivamente, que los que viven en las zonas más ricas.
Además, se ha calculado que, de media, las mujeres viven 5,6 años más que los hombres (82,9 años para mujeres frente a 77,3 en hombres). Por provincias se observa que la esperanza de vida al nacimiento fue mayor en la mitad norte de la península, en ambos sexos, y en las capitales frente a las zonas rurales.
Daniel Redondo, uno de los investigadores, ha explicado que los datos tendrían que dar para desarrollar programas de salud pública apropiados: «Comprender la asociación entre la esperanza de vida y el nivel socioeconómico podría ayudar a desarrollar programas de salud pública apropiados y en esta línea, las tablas de vida son necesarias para estimar las medidas de supervivencia específicas del cáncer según el estatus social».
También ha apuntado que las tablas de vida permitirán a partir de ahora el estudio de la supervivencia en cáncer y otras enfermedades crónicas introduciendo la perspectiva de las desigualdades en salud, como ya se ha venido haciendo en otros países europeos como Reino Unido, lo que contribuirá a un mejor conocimiento y comprensión de los factores que influyen en el pronóstico de ciertas enfermedades.
María José Sánchez ha argumentado que las tablas de vida son fundamentales para calcular la esperanza de vida y la estimación de la supervivencia por cáncer, «puesto que las desigualdades en esta enfermedad persisten y tienen un impacto económico en los costes sanitarios».
Cómo se ha realizado la investigación
Para llevar a cabo esta investigación se analizaron todas las defunciones por cualquier causa de muerte de las 35.960 secciones censales durante el periodo 2011-2013, y se modelizó la mortalidad por sexo, grupo de edad y nivel socioeconómico.
El nivel de riqueza o pobreza de cada zona fue medido gracias a un índice desarrollado por la Sociedad Española de Epidemiología, que incluye información de seis indicadores relacionados principalmente con el empleo y la educación: porcentaje de trabajadores manuales (con y sin empleo), trabajadores ocasionales, porcentaje de población sin estudios de Secundaria y viviendas principales sin acceso a Internet.