Para comenzar, ¿cuáles son las diferencias más evidentes que podemos encontrar entre este ‘Todo es para destruir’ y vuestro disco de debut?

Yo creo que son dos trabajos bastante parecidos. Sí que este, a lo mejor, suena un poco más ‘gordo’. La cosa es que, cuando vas a hacer los nuevos temas, no buscas nada concreto; y aunque quieras sonar diferente, al final en la grabación está la misma gente, el mismo estudio y el mismo equipo técnico.

Pero sí que hay temas en los que se salen un poco de su sonido habitual, como por ejemplo, en ‘Mi novia y yo odiamos la humanidad’, con un rollo Oi!, al estilo de Cockney Rejects o Sham 69, ¿no? 

Sí, bueno… en general es un disco más cañero; y lo de este tema en concreto, sí que me dijo el Pela al escucharla que sonaba bastante oi!, sobre todo con los coros y así. También hay otras, como ‘Mi carrera delictiva’ o ‘Detrás de ti’, que pueden sonar más metal o trash. Pero como te decía antes, no es que vayamos buscando tal o cual estilo cuando hacemos las canciones, sino que vamos cogiendo las ideas y los riffs que tenemos y, de una forma muy natural, unas te van quedando más rápidas, otras más lentas…
También depende mucho del momento en que se hagan los temas, porque a lo mejor me pongo a hacer ahora y me salen todo baladas (risas). Lo que sí se nota es que en este disco hay una evolución, y que nos conocemos más y ya sabemos cómo funcionamos cada uno en la banda, lo que hace que todo sea más fácil.

La Excavadora es una banda que nace y que, prácticamente, da sus primeros pasos en época pandémica. ¿Esperaban la gran acogida y la buena evolución que han tenido?

Al principio, cuando creamos el grupo, la verdad es que no teníamos ni idea de hacia dónde iba a ir la cosa, pero poco a poco, fuimos avanzando, y ahora estamos muy contentos por cómo ha ido todo. Como dices, sacamos un disco, y justo nos pilló la pandemia, por lo que los primeros meses no pudimos tocar demasiado, o al menos hacerlo en una situación normal, pero vemos que, a pesar de todo, ahora estamos muy bien posicionados y la gente cuenta con nosotros para hacer conciertos.

Supongo que en eso también tendrá mucho que ver que venían de grupos que ya estaban consolidados…

Sí, claro. Todo eso sirve para captar antes la atención de la gente, algo que es muy importante con la cantidad de grupos que hay ahora. Así que, poder hacerse un pequeño hueco ahí está de puta madre.

«Joel encaja muy bien y aporta mucho a las rítmicas, y Alain en la batería es un animal, le mete unas hostias que te vuelves loco»

En la parte negativa, se han despedido de Ángel Otxoa de Oribe y de Mikel Berrozpe, pero por suerte, rápidamente han encontrado sustitutos en Alain Díez y Joel Márquez. ¿Cómo eligen a las dos nuevas patas de la formación? 

En el disco también han estado Ángel y Mikel, que cuando grabamos todavía eran parte de la banda. De hecho, hay cuatro temas con letras de Ángel. La cuestión es que queríamos cosas diferentes, veíamos que íbamos arrastrando todo eso y, en este momento, creíamos que era necesario tirar todos hacia el mismo lado, y por eso, finalmente salieron de la banda. Pero bueno, son cosas que pasan, y estamos muy agradecidos por todo este tiempo que han estado formando parte de La Excavadora.

Por suerte, como tú decías, hemos tenido la suerte de encontrar sustitutos rápidamente; por una parte, tenemos a Joel, al que yo conozco del pueblo de toda la vida, yo sabía que estaba en grupos, que le molaba lo que hacíamos y que iba a encajar perfectamente, y así fue. Por otra parte, teníamos oído que Alain tocaba mucho y por eso le dijimos a ver si quería apuntarse al proyecto. En dos días se aprendieron seis temas y, desde el primer momento, sonaba espectacular.

¿Qué han aportado estas dos incorporaciones a la banda?

Joel encaja muy bien y aporta mucho a las rítmicas, y Alain en la batería es un animal, le mete unas hostias que te vuelves loco. Lo que hacen es muy exagerado, el Pela y yo nos mirábamos en el primer ensayo que hicimos con ellos y no nos creíamos lo que estábamos escuchando, porque era la primera vez que tocaban con nosotros y sonaba como un tiro.

Desde que comenzaron, prácticamente no han parado de tocar, ¿De dónde han sacado el tiempo para hacer estos nuevos temas?  

A mí me salen las ideas en cualquier momento, y lo que hago es apuntarlo y grabarlo todo, hasta que tengo varias cosillas y me pongo a ordenarlo para ir dándole forma. Cuando tocas en directo, prácticamente no ensayas entre semana, por lo que ahí también hay mucho tiempo para ir haciendo. Así que, cuando voy teniendo los temas, se los paso al Pela para que le meta las letras y las voces, y vamos haciendo los arreglos.

En cuanto a las letras, encontramos dos vertientes muy diferentes, pero complementarias: por un lado, las del Pela, y por otro, las de Ángel… ¿cómo se organizan en este aspecto?

Bueno, el tema de las letras lo han llevado entre ellos dos y los demás no nos metemos ahí. Pero, como dices, hay como dos estilos, las de Pela, que son como más macarras y directas, y las de Ángel, que son más íntimas, y rebuscadas… Lo bueno de esto es que se han complementado muy bien y la mezcla de ambos estilos ha quedado de puta madre. Al final, como se suele decir, en la variedad está el gusto, y es como si te preguntan ¿Qué te gusta más? ¿Los Ramones o los Sex Pistols?... ¿Para qué voy a elegir? Me quedo con los dos (risas).

¿Podría contarnos cómo surgen las colaboraciones que aparecen en el disco?

El Drogas sabíamos que era muy fan de la banda y por eso le dijimos para hacer una colaboración, inmediatamente nos dijo que sí, así que más contentos que la hostia… y Juantxo (Arakama) nos vino a ver a varios festis, nos dijo para hacer algo y también nos pareció de puta madre. Las canciones las elegimos buscando un poco el estilo de cada uno, y en el caso de la de Juantxo había varias opciones, pero la que finalmente se quedó era una en la que no teníamos muy clara la letra, así que matamos dos pájaros de un tiro, ya que él la escribió junto al Pela, y quedó muy guapa.

«El Drogas sabíamos que era muy fan de la banda y por eso le dijimos para hacer una colaboración, inmediatamente nos dijo que sí, así que más contentos que la hostia»

¿Era importante que, en ambas colaboraciones, tanto el Drogas como Juantxo, se llevaran sus respectivas canciones a su terreno, tal y como finalmente sucedió?

Yo creo que ha sido un acierto, porque como dices, le dan a las canciones mucha personalidad y las hacen suyas, y el resultado final es muy bueno.

En marzo empiezan con los bolos de presentación, ¿se piensa mucho en el público a la hora de hacer las canciones?

Lo que intentas buscar al hacer las canciones es, lógicamente, que te guste a ti, pero también que suene guay en directo para que la peña disfrute en los conciertos. De momento, en el último bolo que dimos en la sala Óxido, ya probamos un par de ellas y sonaron de puta madre, y parece que a la gente le molaron. Así que, ya estamos con unas ganas locas de empezar a presentar el disco entero. Empezaremos en marzo en Madrid, luego vendremos a Bilbo y ya tenemos unas cuantas fechas más cerradas.