Para comenzar, y relacionado con el título del disco, ¿creen que, en estos tiempos inciertos, cada vez abundan más los «falsos profetas» y ya no solo en el ámbito religioso?

Cecilia Boström: Realmente, no reflexioné sobre ello; sin embargo, hay más ahora que antes... Pero seguro que siempre habrá personas y empresas que intenten sacar provecho de ti, también en tiempos de incertidumbre. Aunque espero que esto cambie, que las personas sean más abiertas y se ayuden entre sí. Así que algo bueno está saliendo de esta mala situación.

En plena pandemia, sacaron el EP ‘I never say goodnight’. ¿Era necesario, tal y como está la industria musical, reivindicar en ese momento que la banda seguía viva y haciendo cosas?

Niclas Svensson: Lanzamos ese EP principalmente porque queríamos darles a nuestros fans algo de música nueva durante la pandemia. Para entonces ya cabíamos que no podíamos salir de gira en ese momento y que teníamos que esperar para el lanzamiento del nuevo álbum completo. Cuando lanzas un nuevo disco, también quieres poder salir de gira con él.  Ya habíamos comenzado las grabaciones de nuestro nuevo disco, así que tomamos algunas canciones de esa primera sesión de estudio y también grabamos la versión acústica de la canción ‘You Got A Problem Without Knowing It’. Nuestros fans realmente apreciaron ese lanzamiento, que a nosotros también nos hizo muy felices.

«Siempre hemos sido 100% fieles a nosotros mismos. Nunca la hemos fingido. Nuestros fans son como nosotros y sienten que lo que estamos haciendo es real»

Cuéntenos cómo afectó la pandemia al proceso creativo. ¿Tuvieron tiempo para pulir un poco más los temas o son canciones pensadas antes de todo esto?

N.S.: La mayoría de las canciones se escribieron antes de que llegara la pandemia, por lo que no afectó tanto en el proceso creativo de la composición de las canciones, excepto por algunas de las letras. Pero lo cierto es que sí, pudimos pulir un poco más las grabaciones, por supuesto, ya que teníamos tiempo para ello. Hicimos tres sesiones de estudio diferentes para terminar este álbum. Las cosas que hicimos extra fueron más para trabajar los detalles, no trabajamos demasiado el material de la canción real. Lo que puedes escuchar en el álbum se acerca, más o menos, a cómo se escribieron las canciones en un principio.

Ahora que ya tienen un estatus dentro del panorama del rock actual, ¿sienten una cierta presión al afrontar los nuevos trabajos?

Fridaa Ståhl: Siempre tenemos la voluntad de escribir y tocar gran rock de una forma u otra. El sonido de Baboon ha cambiado un poco desde los primeros discos, ahora somos un poco más pesados ​​y, a veces, más pop. No tenemos miedo de probar cosas nuevas, pero siempre nos mantendremos fieles a nuestras raíces punk rock.

N.S.: No hay mejor presión. Hacemos la música que queremos hacer y estamos contentos con eso. Siempre, desde el principio, hemos sido 100% fieles a nosotros mismos. Tenemos integridad y nunca la hemos fingido. Confiamos en nuestros instintos. Nuestros fans son como nosotros y sienten que lo que estamos haciendo es real.

En este trabajo nos encontramos con temas que, por el estilo o las melodías, podrían ser consideradas como ‘rarezas’ dentro de su repertorio. ¿Está la banda ya preparada para experimentar con cualquier sonido que le apetezca hacer?

F.S.: ¡¡Sí!! Tal vez nos volvamos techno (risas)… no, no vayamos demasiado lejos. Siempre seremos una banda de rock con actitud punk rock. Pero luego, nos gusta mezclarlo un poco, más suave, más duro, más rápido, más lento….

¿Se puede considerar este disco como la culminación en la búsqueda de un sonido propio de la banda, alejándose cada vez más de la injusta etiqueta de ‘rock escandinavo’, asociado a bandas como Turbonegro, Hellacopters o Gluecifer, con las que tan poco tienen en común en lo musical?

N.S.: Esas son grandes bandas y The Hellacopters son buenos además amigos nuestros, pero nunca nos hemos esforzado por ser como ninguno de ellos. Siempre hemos seguido nuestro propio camino y teníamos un sonido propio antes de este álbum; incluso si cambiamos de dirección de vez en cuando, siempre terminas por escuchar The Baboon Show. Nuestra energía siempre está ahí, sin importar lo rápido o lento que juguemos. Pero bueno… tocamos música rock y venimos de Escandinavia, por lo que la etiqueta de ‘rock escandinavo’, en realidad, no es del todo injusta (risas). No nos preocupamos demasiado por las etiquetas, así que no es importante para nosotros.

¿Qué influencia ha tenido Johan Gustafsson en el resultado del disco? ¿Cuál es su relación con él y con los Hives?

C.B.: Conocemos bastante bien a Johan y hemos trabajado con él antes. Es un gran tipo con el que es fácil trabajar, y realmente apreciamos su tranquilidad y el buen rollo que transmite. No cambia las estructuras de las canciones ni cosas por el estilo, pero siempre aporta grandes ideas, pequeñas cosas que, tal vez, nunca se nos ocurrirían a nosotros mismos, pero que hacen que las canciones sean más fuertes. Los chicos de Hives con los que nos encontramos de vez en cuando, sobre todo cuando estamos de gira, son buenísimas personas y una gran banda en vivo.

«Ir a un concierto de The Baboon Show debería ser, en primer lugar, una fiesta, pero también tenemos cosas que decir. No podríamos hacerlo de otra manera»

Lo que no varía ni un ápice es el carácter reivindicativo de varios de sus textos. ¿Creen que, como músicos, tienen una cierta responsabilidad de denunciar aquello que consideran injusto?

N.S.: Yo no lo llamaría responsabilidad. Para nosotros, simplemente, sale natural. Hay muchos temas, tanto malos como bonitos, sobre los que escribir y cantar en este jodido mundo. Ir a un concierto de The Baboon Show debería ser, en primer lugar, una fiesta, pero también tenemos cosas que decir. No podríamos hacerlo de otra manera. Nos preocupamos demasiado, está en nuestra naturaleza. ¡No pasaran!

Este viernes, 3 de marzo, estarán tocando de nuevo en Bilbo. ¿Qué recuerdos tienen de sus conciertos en Euskal Herria donde, por cierto, desde el principio han sido muy bien acogidos? 

N.S.: Siempre ha sido genial tocar en Euskal Herria… Bilbao, Barakaldo, Gasteiz y todos los demás lugares donde hemos estado. Disfrutamos muchísimo cada vez que estamos aquí y estamos verdaderamente agradecidos con todos los que nos recibieron con los brazos abiertos desde el principio… y aún lo hacen. Los vascos son personas reales y hermosas y sentimos una fuerte conexión con ellos. ¡Estamos deseando volver a veros a todos en Bilbo! Eskerrik asko!