Sergio Iglesias
Entrevue
El Capitán Elefante
Grupo musical

«La música salva más vidas que los desfibriladores»

El Capitán Elefante –Javier Marcos, Jaime Marcos, Lander Urgoiti y Josean Valle– publica ‘Asuntos exteriores’, un nuevo trabajo en el que vuelven a incidir en ese estilo ecléctico y totalmente desacomplejado que ya se ha convertido casi en el sello identificativo de la banda de Barakaldo.

La banda con su nuevo trabajo.
La banda con su nuevo trabajo. (Oskar MATXIN EDESA | FOKU)

Acaban de sacar un nuevo trabajo que, en parte, ya hemos ido conociendo durante los últimos meses. ¿Una estrategia necesaria para estar presentes en estos tiempos, en que la música se consume en pequeñas dosis?

Sí, esa era la idea. Viendo cómo ha cambiado todo, cuesta mucho que la gente se escuche un disco entero, a no ser que sea de un grupo que le guste mucho. Hay tanta oferta y tanto acceso a todo lo que se quiera que es muy difícil que se fijen en lo tuyo. Así que lo que hicimos fue ir sacando temas, intentando también que cada una tuviera su entidad, aunque en conjunto se pueda ver una relación entre todas. Era una forma de darle importancia a cada canción individualmente y, además, de esta manera lo que conseguimos es que, cuando la gente vaya a los conciertos, ya se sepan las canciones nuevas y las canten.

¿Y cómo han hecho la selección de estos primeros avances?

Normalmente nos dejamos aconsejar mucho por gente cercana a la banda y al final ha sido una decisión de todos, basándose en lo que nos decían los fans y en los gustos de cada uno.

Este ‘Asuntos exteriores’ llega después de ‘Versiones pandémicas’, otro trabajo de paso que, supongo que también se hizo con la misma intención de dar visibilidad a la banda durante aquellos meses, ¿no?

Así es. Hoy en día, si no estás en redes no existes, así que hicimos esto para mantenernos ocupados y que la gente supiera que seguíamos vivos. Además, tuvimos la suerte de poder hacerlo con grandes amigos y con músicos a los que admiramos muchísimo, como Fernando Alfaro, probablemente uno de los mejores letristas que hay, y la verdad es que fue un lujo que aceptase colaborar con nosotros.

«Soy muy anárquico escribiendo y no tengo ni idea de poesía ni de normas, y supongo que por eso salen así las letras; lo que escribo me sale de las tripas»



Han pasado, nada más y nada menos, que cuatro años desde su último disco largo. ¿Estaba planteado así o lo ha condicionado todo este periodo pandémico?

Nos hubiera gustado haber podido hacerlo antes. De hecho, una de las cosas que más nos cuesta ahora es cambiar el repertorio, por todo el tiempo que hemos estado tocando las canciones del disco anterior. De todas formas, sí que podíamos haber sacado éste antes, pero no queríamos hacerlo hasta que no estuviéramos seguros de que lo íbamos a poder presentar en condiciones normales, porque no estábamos muy a gusto en esos conciertos con el público sentado y con mascarilla.

Mirando el lado positivo, muchas bandas me han comentado que este tiempo les vino muy bien para poder pulir los temas nuevos. ¿Ha sido su caso?

Pues no. Nosotros en pandemia no hemos estado muy creativos, porque no teníamos ganas de nada. Somos un grupo muy de directo y de ensayo, de juntarnos en el local y que empiecen a salir cosas ahí y como en la pandemia era imposible, en esos meses no salieron grandes cosas. Podríamos haber vivido perfectamente sin la pandemia, y a lo mejor, si no fuera por todo eso, ahora estaríamos hablando, no de un disco, sino de dos discos nuevos.

En la producción, han vuelto a contar con Pedro Monge, que parece que ya se ha quitado hace tiempo el sambenito de ser un productor de discos de metal o de géneros más duros…

Sí, es el productor con el que mejor nos hemos entendido y, en realidad, no sabemos por qué, porque, como tú dices, él viene del mundo del heavy, con su banda Vhäldemar, que son una salvajada. Cuando empezamos a trabajar con él, le pasamos referencias de bandas que nos gustaban y pilló lo que queríamos desde el primer momento. Él y Aitor, que es la persona que está con él en el estudio, trabajan de una manera superrápida y nos entendemos a la perfección. Si encuentras un productor que te da todo lo que necesitas y consigue el sonido que quieres, ¿para qué vas a cambiar? Por cierto, que también ha sido un placer volver a contar en este disco con la colaboración de Leire Tejada en las voces.   

¿Qué es lo que buscaban con este trabajo y que, quizá, no habían conseguido hasta ahora?

Sobre todo, la idea era reflejar al máximo lo que hacemos en directo y creo que, aunque en los anteriores trabajos también lo intentamos, quizá es con este disco con el que más nos hemos acercado a esa energía. Para ello, lo que hemos hecho es grabar todos juntos, buscando un sonido contundente, basado en canciones crudas pero manteniendo un estilo propio, y envuelto después con sintes y atmósferas, algo que va unido también a las letras. Y el resultado final de todo eso es este disco.  

«Poder trabajar en lo que quieres es un logro en la vida y, si encima nos tratan de puta madre y podemos conocer mogollón de gente buena… sin duda, es el mejor trabajo del mundo»

Hablando de las letras, ¿de dónde salen esos textos tan extraños y, a la vez, tan atractivos?

Pues la verdad es que no hay mucha explicación: algunas salen de una frase que lees en un libro, otra de algo que ves por ahí, de una película, de algo que te ha sucedido… son rarezas ambiguas pero, a la vez, muy directas, que cuentan algo concreto, pero abierto a que cada uno lo interprete como quiera, y que cualquiera pueda sentirse identificado con ello.
Yo (Javi) me acuerdo de un día, que hablando con un poeta gallego, me decía que le encantaba como escribo porque, aunque me salto todas las normas gramaticales, consigo cosas originales… soy muy anárquico escribiendo y no tengo ni idea de poesía ni de normas, y supongo que por eso salen así las letras; lo que escribo me sale de las tripas y es muy visceral, algo que parece que sirve para conectar con la gente.

Por destacar un tema, quizá me quedaría con la originalidad de ‘Interferencias’, con un mensaje muy claro del poder sanador de la música.

Pues sí. Esa canción tiene una curiosa historia detrás, ya que la letra que se quedó al final, no era la que teníamos pensada en un principio. Pero sí, la clave de ese tema es ese poder de la música, que salva más vidas que los desfibriladores; y como dice la letra de la canción, ‘pase lo que pase, baila’… Así es la vida y siempre nos quedarán todas estas canciones que recordamos en ‘Interferencias’.

Precisamente en esta misma canción, hacen uso del autotune. ¿Son partidarios de aprovechar todas estas nuevas herramientas para hacer música?

Claro, en este caso en concreto, metimos el autotune para darle a la canción un toque friki, pero para nosotros, es una herramienta más, igual que puede ser un pedal de distorsión para las guitarras, por ejemplo. Antes de El Capitán Elefante, veníamos de otras formaciones en las que llevábamos sección de metales y todo tipo de instrumentos, pero cuando empezamos con esto, vimos que era mucho más sencillo hacer todo con sintes, algo que, además, nos gustaba mogollón, porque la esencia de la banda es muy ochentera, que al final, es lo que hemos mamado. Y, por supuesto, que no estamos cerrados a estas nuevas herramientas y nos encanta que haya gente que lo utilice para hacer música, porque tiene que haber de todo. Nosotros lo utilizamos, pero sobre todo, como un apoyo complementario a lo que es nuestra base: la formación de rock clásica de bajo, guitarra, batería y voz.

Y como demostración de esa mente abierta, podemos ver que no tienen ningún problema para mezclar en el mismo disco el punk, el metal, el pop o la electrónica, ¿no es así?

Al final venimos de Barakaldo, y hemos escuchado mucho punk de los 70 y los 80, y siempre hay en nuestros discos un guiño a todas esas músicas que nos siguen molando mucho. Pero no por eso nos vamos a cerrar a un solo estilo, cada uno tiene sus referencias y al final nos sale lo que nos sale de una manera natural. Lo curioso es que los poperos siempre nos han dicho que somos muy punkis, y los punkis que somos muy poperos… y eso es perfecto para que nos llamen para tocar en todas partes (risas).

Entrevistando hace poco a unos amigos suyos, Shinova, me hablaban de la necesidad de apostar por la música para conseguir el éxito, también fuera de aquí; algo que, en cierto modo, le está ocurriendo a El Capitán Elefante, que ya tienen unos cuantos conciertos cerrados para tocar por todo el Estado…

Para que esto funcione y poder tocar por ahí y cuadrar fechas, tienes que involucrarte totalmente en ello. Nosotros queremos ser músicos, pero el problema es que, hoy en día, es muy difícil vivir de la música. Por eso tenemos que tener otros trabajos para pagar las facturas, pero sin dejar de hacer esto, que es lo que queremos hacer en la vida. Poder trabajar en lo que quieres es un logro en la vida y, si encima nos tratan de puta madre y podemos conocer mogollón de gente buena…Sin duda, es el mejor trabajo del mundo.

Está claro que no nos estamos haciendo millonarios, pero por lo menos ya no perdemos dinero cuando salimos, y el grupo ya es autosuficiente, porque vamos reinvirtiendo lo que vamos ganando. Con el management hemos podido prever lo que iba a pasar después de la pandemia y por eso tenemos todas esas fechas cerradas.