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Viaje por la historia de las “Mujeres de hierro” de La Arboleda

El barrio de La Arboleda de Trapagaran acoge una exposición denominada “Mujeres de hierro” que rinde homenaje al «protagonismo fundamental e invisibilizado que tuvieron las mujeres en la historia de la minería en los montes de hierro».

Un momento de la inauguración de la exposición.
Un momento de la inauguración de la exposición. (Bizkaiko Foru Aldundia)

La muestra “Mujeres de hierro” se suma a un libro y a una placa conmemorativa que se ubicó en el Museo de la Minería del País Vasco en Gallarta, en la localidad de Abanto Zierbena, en marzo. En este museo quedará ubicada de forma permanente la nueva exposición, tras visitar Ortuella y Muskiz.

Los responsables de la muestra subrayan que la realidad de las mujeres en la historia de la minería de Bizkaia, así como del surgimiento del movimiento obrero y sindical del territorio Histórico, «ha estado oculta». «Y nos han contado –agregan–y nos contamos una historia épica de hombres. Hombres protagonistas trabajando en las minas, hombres protagonistas también en los sindicatos, en los partidos, en los ayuntamientos, en las empresas propietarias de las minas, hombres en los ejércitos que llegaron para sofocar huelgas, hombres en los gobiernos civiles y militares... hombres, hombres, hombres.... Sí, y así fue. Pero no solo. No solo los hombres fueron protagonistas de aquellas décadas de épica y cambio histórico».

En este sentido, han indicado que las «mujeres de hierro» trabajaron en las minas, aunque «fueron pocas», pero también las que «soportaron sobre sus espaldas la subsistencia de unos míseros hogares» bajo un sistema de explotación económica pensado «casi más para animales que para personas".

Para este proyecto de “Mujeres de hierro: historia y memoria” se ha contado con la colaboración del Museo de la Minería del País Vasco, con archivos fotográficos y objetos, y con AHOA, con el archivo de patrimonio inmaterial, ya que la exposición contiene también códigos QR que permiten escuchar audios de entrevistas a algunas de las últimas personas que vivieron aquella época.

Siempre es buen momento, pero quizás esta exposición sea una buena excusa para pasear por La Arboleda e imaginar antiguas historias a partir de los resquicios que el visitante se encuentra en el camino.