Xandra  Romero
Nutricionista

Posicionamiento sobre «dietas milagro»

La Academia Española de Nutrición y Dietética, tras llevar a cabo una profunda evaluación, desaconseja los métodos conocidos como «dietas milagro». La autora de este artículo les pone nombre y aboga por que los responsables sanitarios protejan mejor a la población de este tipo de prácticas.

Apesar de ser ya viejas glorias, al parecer, la Dieta Dukan, así como otras del estilo como Pronokal, siguen siendo de las que más interés generan en la población. Sin embargo, dado que ninguna ha demostrado ser un método referente para el tratamiento de la obesidad y del sobrepeso, ni para el mantenimiento saludable del peso corporal, la Academia Española de Nutrición y Dietética, tras realizar una evaluación exhaustiva, ha redactado sendos documentos a través de los cuales desaconseja encarecidamente a la población el seguimiento de estos ‘métodos’.

Y es que, en primer lugar, el método Dukan, que corresponde a una dieta hiperproteica, baja en carbohidratos y grasas, no ha mostrado ventajas en comparación con otros métodos habituales de pérdida de peso, presentando, además, serios riesgos para la salud debido a las restricciones calóricas y la eliminación de grupos esenciales de alimentos y que pueden ser desde leves a graves pudiendo llegar a ser permanentes.

Además, carece de eficacia probada, ya que no existe ningún estudio científico que apoye su eficacia o seguridad. Entonces, ¿qué usa de reclamo? Pues las simples palabras de su autor y el conocido como ‘amimefuncionismo’, es decir, testimonios personales de sus seguidores, práctica que, por cierto, está tipificada como ilegal según el Decreto 1907/1996, sobre publicidad y promoción comercial de productos, actividades o servicios con pretendida finalidad sanitaria.

En segundo lugar, la dieta Pronokal, una dieta que aporta la bajísima cifra de entre 400 y 800 kilocalorías y que tiene además efecto cetogénico, tampoco resulta ser un método seguro para su uso indiscriminado, que es como se suele plantear y promocionar, ya que la evidencia científica deja claro que este tipo de dietas de muy bajo aporte calórico no deben utilizarse como tratamiento habitual de la obesidad. Además, y, a pesar de este bajo aporte calórico, tampoco ha demostrado mayor eficacia que las dietas de bajo aporte calórico convencionales. Hay que tener especial cuidado también con relación a la seguridad de este método, porque a los efectos dañinos reconocidos por el seguimiento de dietas de muy bajo aporte calórico se añaden los posibles riesgos de las dietas cetogénicas que están de sobra recogidos en la literatura científica.

Por último, también es de rigor denunciar que en la metodología de los estudios realizada para evaluar la eficacia y seguridad del método Pronokal, se han encontrado sesgos evidentes en las conclusiones obtenidas que redundan en beneficio de la marca. Por todo ello, como siempre, sería interesante que las autoridades sanitarias protejan a la población de los efectos perjudiciales de la difusión de este tipo de dietas a través de la regulación pertinente.