Sergio Iglesias
Entrevue
Peli
Guitarrista de Juicio Final

«Antes la gente iba a los bolos a disfrutar, y ahora va a criticar»

La mítica banda de trash metal de la margen izquierda bilbaina resucita para dar un único concierto en la tercera tdición de KabieFest, donde también estarán tocando The Wizards, Ankhara, Domination o Empire Of Disease, entre otros.   

Integrantes de Juicio Final.
Integrantes de Juicio Final. (JUICIO FINAL)

¿Qué recuerdos tiene de aquellos primeros años en los que empezaron a tocar?

Eran los 80, y yo tenía unos 16 años y estaba en Barakaldo con Martin, el otro guitarrista de Juicio Final, y un tío nos vendió dos guitarras por 5.000 pesetas de las de antes. Así empezamos a tocar (risas). Fíjate cómo son las cosas, porque si no llega a pasar por ahí ese tío, a lo mejor nunca habríamos montado una banda.

Y luego otro colega se puso a tocar la batería, y ahí estuvimos dándole en casa y aprendiendo a tocar viendo conciertos, verbenas… porque en esa época no existía YouTube (risas).

¿Y cómo fueron los inicios de Juicio final?

Eran los años en que empezaban a ser conocidas por aquí bandas como Slayer o Metallica, y a nosotros nos moló todo aquello desde el principio, así que es lo que hacíamos, un estilo que aquí no tocaba nadie. Un día, vino a buscarnos a Martin y a mí el batería de Juicio Final, que ya existían, porque querían que hiciéramos una prueba con ellos. Fuimos al local, les gustó lo que hacíamos y ya nos quedamos.  

«Hoy en día, cualquier fin de semana en Bilbao tienes diez cosas diferentes, y eso hace que, en mi opinión, no se valore tanto la música» 

¿Qué bandas, aparte de los ya mencionados Slayer o Metallica, les marcaron más en aquellos primeros años?

Bueno, todo el rollo trash metal en general, también empezaba el death metal… ¡toda la caña que iba llegando! (risas). Lo que pasaba es que, como te contaba, nadie hacía esa música por aquí, supongo que ya estarían por ahí dando sus primeros pasos bandas como Soziedad Alkoholika o Estigia, pero todavía no se conocían. Así que, a nosotros nos metían en las fiestas con los grupos heavies y la gente se quedaba flipada con lo que hacíamos.

¿Se notaba que iba más gente a los conciertos que ahora?   

No sé si iba más gente, pero lo que estaba claro es que se respetaba mucho más lo que hacíamos y que el público iba a los bolos a disfrutar. Lo que yo veo es que valorábamos todo mucho más, porque yo creo que herramientas como Spotify, aunque es innegable que nos han venido muy bien para muchas cosas, también han hecho mucho daño, porque ya no se escucha nada. Yo me acuerdo que en aquellos años, si un grupo te gustaba, estabas tres meses ‘vuelta y vuelta’ con el disco o la cinta de casete, hasta que te llegaba otra… algo que, por cierto, yo sigo haciendo.  

En su segundo trabajo, ‘Karkoma’, Juicio Final da un viraje en su estilo hacia el rock en castellano. ¿Pudo precipitar esa evolución musical la disolución de la banda?

En la primera maqueta, que sacamos con Carlos Creator en el 91, había un poco de castellano e inglés, y luego el primer disco, ‘Psychoagony’, fue la hostia, porque no era fácil sacar algo en ese momento; pero en el segundo, como dices, ya nos tiramos un poco más al trashcore en castellano. La verdad es que han pasado tantos años que tampoco te sé decir muy bien por qué pasó eso, supongo que fue una evolución de la banda…. sin más; pero no recuerdo que nadie pegara una hostia en la mesa y dijera ‘venga, vamos a cambiar radicalmente’, sino que fue algo bastante más natural. Tampoco te puedes pasar toda la vida haciendo lo mismo, y esto fue una cosa que fue surgiendo, y como ‘Karkoma’ era un disco de más crítica social y todo esto, se hizo en castellano. Además, en aquella época ya había otros grupos como Beer Mosh o S.A., que estaban haciendo ese tipo de música. Y lo de dejarlo, no creo que tuviera nada que ver con eso, sino que, simplemente, es lo de siempre: te vas distanciando, y cuando te das cuenta, ves que cada uno busca una cosa diferente. Pero son cosas que pasan, y nunca hubo ningún mal rollo en ese sentido.

…y ahí quedan los buenos recuerdos de haber tocado con bandas como Su Ta Gar, Anestesia, Saratoga, o Canker, entre muchas otras, ¿no?

Claro. Yo siempre recuerdo cuando tocamos en la Plaza del Gas de Bilbo, con Medina Azahara y Saratoga, ¡disfrazados de monjas!... cosas que pasan después de una noche de borrachera (risas). Pero sí, la verdad es que lo hemos pasado muy bien, íbamos mucho a Galicia, a Barcelona… y en un tiempo en que las giras las organizábamos llamando desde una cabina a las salas o a los gaztetxes.

«Está guay tocar en KabieFest, que está organizado por tres chalados, que lo hacen todo por amor al arte y sin ningún tipo de ayuda pública»

¿Ha cambiado mucho todo, en ese aspecto de buscarse la vida?

Ahora todo se ha profesionalizado muchísimo, vas a tocar a cualquier lado y ya te piden el rider, el técnico ya sabe lo que tienes… a ver, que eso está guay, pero yo creo que antes todo era más natural, y menos preparado, lo que le daba otro rollo más auténtico. Pero es que, cuando aquello, la salas a las que íbamos no te pedían alquiler ni hostias y nos trataban siempre de lujo, te pagaban el hotel, la bebida, y ahora te ponen muchas más condiciones para todo. Además, era mucho más sencillo empezar a tocar, porque en cada ciudad había un gaztetxe y había cuatro grupos en cada estilo, y la gente iba a los bolos a pasárselo bien, porque querían conocer cosas nuevas y no a criticar como ahora. Y antes ibas donde fuera a ver un concierto, porque no había tantos; hoy en día, cualquier fin de semana en Bilbao tienes diez cosas diferentes, y eso hace que, en mi opinión, no se valore tanto la música. 

Cuéntenos cómo se ha gestado este reencuentro de Juicio Final, para tocar en KabieFest.

En el 2000 o así desaparece Juicio Final, pero once años después nos juntamos para hacer como un concierto despedida, y ahí quedó la cosa. Lo que pasa es que los de KabieFest llevan años detrás de nosotros para que nos juntemos, porque todos somos de Santurtzi o vivimos allí, y al final, les hemos dicho que sí. La verdad es que estamos muy ilusionados, pero queremos dejar claro que nos hemos juntado solo para esto.

¿Y está activada la banda, después de tantos años?

Bueno, algunos hemos seguido en otras bandas como Kruela o Los Del Humo, y otros han estado más apartados de la música. Pero ha sido juntarnos y volver a activarnos al instante… a la fuerza, porque hay canciones de la maqueta que casi hemos tenido que volver a sacar, porque llevamos más de 30 años sin tocarlas… así que casi va a ser como hacer un tributo de nuestra propia banda (risas). Haremos temas de los tres trabajos, centrándonos más en el ‘Psychoagony’, que es el que más nos gusta, y quizá con el que más nos identificamos. Además, es un trabajo que hemos reeditado con Demon Records, junto a la maqueta.

¿Es especial para ustedes tocar al lado de casa?

Está guay, sobre todo tocar en este festi, que está organizado por tres chalados, que lo hacen todo por amor al arte y sin ningún tipo de ayuda pública. Se lo curran todo ellos y cubren gastos con lo que sacan de la txosna y del merchan. Además, cada año van a más, y ya están cogiendo un nivel importante, con grupos internacionales y estatales, aparte de bandazas de aquí como The Wizards, por ejemplo.
Y en cuanto al público, lo guapo es que, desde que se separó Juicio Final, en 25 años no hemos dado más que aquel concierto del 2011, por lo que se va a juntar gente de todo tipo, y seguro que va a ser una manera muy bonita de poner el punto final a esta historia.