joseba SALBADOR
MOTOR

Salón de París: electricidad e hidrógeno

Después del paréntesis provocado por la pandemia, el Salón de París ha regresado finalmente al calendario internacional, aunque en medio de una difícil situación económica, que ha frenado las ventas de coches en toda Europa y que está encareciendo los precios de los eléctricos, lo que incrementa el escepticismo sobre su futuro más próximo. Las declaraciones de Carlos Tavares, director general del grupo Stellantis, han sido en este sentido muy esclarecedoras. Pese a todo, se presentó un buen número de propuestas eléctricas y, de forma inesperada, varios prototipos impulsados por hidrógeno.

La recuperación de una de las citas más importantes del calendario mundial, el Salón de París, celebrado durante la pasada semana, no ha logrado insuflar aire nuevo a los salones internacionales, debido a la ausencia de muchos fabricantes, para los que este tipo de eventos había perdido interés hace ya tiempo. De hecho, ninguna marca alemana estuvo presente en la capital francesa. En su lugar, lo hicieron numerosas marcas chinas, que dominan los motores eléctricos mejor que los convencionales, y además son más baratos.

La ofensiva china y los precios de los coches eléctricos son precisamente dos de las mayores preocupaciones del portugués Carlos Tavares, director general de Stellantis, el gigante internacional creado en 2021 de la fusión de los grupos PSA (Citroën-Peugeot-Opel) y FCA (Fiat-Chrysler Automobiles), a juzgar por sus esclarecedoras declaraciones.

Y es que en su intervención durante la apertura del salón, Tavares admitió las dificultades que tienen los fabricantes europeos para poner en el mercado coches por debajo de los 20.000 euros. De hecho, los próximos 308 y 3008 eléctricos que se fabricarán en el Estado francés podrían doblar casi esa cantidad. Por ello, criticó el «dogma» del vehículo eléctrico para todos, ya que a su juicio «las clases medias no van a poder acceder a la compra de un coche eléctrico», al menos de fabricación europea. Y es que, a juicio del CEO del grupo Stellantis, «la verdadera competencia vendrá de los chinos».

En este sentido, fue muy crítico con la Unión Europea, a la que acusó de «desplegar una alfombra roja a los fabricantes chinos» por cobrarles solo un 10% de aranceles, mientras que los fabricantes europeos pagan un 25% en China. Es por ello que pidió poder competir en igualdad de condiciones.

Propuestas eléctricas. Sea de una forma o de otra, lo cierto es que el Salón de París acogió la presentación de un buen número de coches eléctricos, algunos de ellos próximos a su comercialización, pero otros todavía en fase de prototipo.

Es el caso del fabricante francés Renault, que desveló las reinterpretaciones de los míticos 4L y R5 Turbo. En el primer caso, mostró el concept car 4Ever Trophy, un avance del todocamino 100% eléctrico del segmento B que se comercializará en 2025. Por su parte, el R5 Turbo 3E es también un modelo de exhibición 100% eléctrico que rinde homenaje a las versiones deportivas más legendarias de Renault de los años 80, Renault 5 Turbo y Turbo 2.

Junto a estos dos prototipos, también mostró el Kangoo E-Tech 100% eléctrico y el nuevo Austral, que se fabricará en Palencia y que forma parte de la estrategia para «reconquistar» el segmento C.

El stand de Peugeot, mientras tanto, mostró el nuevo Peugeot 408 con carrocería berlina crossover, que llegará al mercado con dos motores híbridos enchufables de 180 y 225 caballos, así como los eléctricos e-208 y e-Expert.

Sin salirnos del grupo Stellantis, la marca estadounidense Jeep presentó el Avenger, un todocamino compacto que se convierte en el primer vehículo 100% eléctrico de la marca y que llegará a los concesionarios a principios de 2023 con una autonomía de 550 kilómetros. Se fabricará en Polonia.

Entre los fabricantes chinos, destacaron BYD, GWM o MG, cuyos vehículos térmicos no terminan de asentarse en Europa, aunque sí los eléctricos. Y no solo los más baratos, ya que en París pudimos ver modelos como el BYD Han, que busca rivalizar con modelos de alta gama como Tesla o el Mercedes EQE (presentado precisamente en París pero en un acto privado).

BYD, que vende sus coches eléctricos en todo el mundo, está presente ya en Noruega y tiene previsto implantarse progresivamente en ocho países europeos, como Alemania, Gran Bretaña o el Estado francés, en el salón de París recibió a sus primeros clientes europeos para entregarles sus llaves.

Pila de combustible. Y junto a los eléctricos, la cita parisina acogió un buen puñado de modelos impulsados por hidrógeno, un combustible que parece estar recuperando terreno y que en el futuro podría reemplazar a los coches eléctricos. Entre ellos se encontraba el Alpine Alpenglow, un concept car radical y muy aerodinámico, pensado en la competición.

El hidrógeno es también el combustible que alimenta dos modelos presentados por sendas startup francesas, el Hopium Machina Vision, un sedán de lujo con una autonomía de 1.000 kilómetros, y el NamX HUV, un SUV muy futurista diseñado por Pininfarina y que monta tanques de hidrógeno intercambiables, con los que puede alcanzar una autonomía de 800 kilómetros. Ambos llegarán al mercado previsiblemente en el año 2025.