REPORTAJE FOTOGRÁFICO

La belleza extraordinaria del otoño en Ordesa

(José Antonio Martínez)

El valle de Ordesa, gran conocido de numerosos montañeros vascos, se erige majestuosamente en esta época, en un otoño que hace que aflore toda su belleza prístina, su imponente geología horadada durante millones de años por el ciclo infinito del agua. A través de sus diversos planos paisajísticos, se observa la mayor expresión cromática foliar de sus árboles caducifolios, siempre compartiendo protagonismo en combinación con las luces y las nieblas que envuelven y modelan incesantemente el relieve del valle y sus bosques maduros.


Las brumas de otoño crean un juego de formas infinitas sobre los farallones de Mondarruego y los pinos negros colgando sobre el abismo.

Abedules, hayas y pinos albar junto al río Arazas.

Buitre leonado sobrevolando la entrada al valle de Ordesa en su ambiente otoñal.

Impresionantes vistas de un hayedo.

Los farallones de Mandruego entre brumas.

Serbal de cazadores con frutos en otoño.

Barranco de Cotatuero y bosque mixto de hayas, acirones y abetos.

Poética imagen del barranco de Cotatuero.

Ramas de haya en otoño.

Hayas y abetos se suceden por las laderas formando bosques mixtos pirenaicos con otras especies de árboles, entre otros, quejigos, abedules, arces y álamos temblones.

El río Arazas se abre paso mediante rápidos y cascadas entre las rocas y los bellísimos bosques otoñales de Ordesa.