Después de dos años de ausencia a causa de la pandemia –el último salón del automóvil presencial de Europa se celebró en setiembre de 2019 en Frankfurt–, el sector se ha dado cita entre los días 7 y 12 de setiembre en la primera edición del IAA Mobility de Múnich (Alemania), un evento que ha sido testigo de los profundos cambios que viene registrando el sector y que hacen que ya no se hable de un simple salón del automóvil, sino de un salón de la movilidad en su acepción más amplia. Una tendencia que seguramente veremos también en los próximos salones internacionales.

Así, además de numerosas novedades en el sector de las cuatro ruedas –todas ellas, como no podía ser de otra forma, con versiones electrificadas–, el salón de Múnich ha acogido un gran número de novedades procedentes de la industria de las dos ruedas, tanto de bicicletas como de motocicletas, todas ellas propulsadas asimismo por motores eléctricos.

En lo que respecta a los automóviles, es de destacar la ausencia de grandes grupos como Stellantis (PSA-FCA), aunque sí se han podido ver novedades importantes de la mano de marcas como Volkswagen, Audi, Porsche, Mercedes, BMW, y de proveedores como Bosch o Webasto, que presentaron sus novedades en los “Open Space”, unos stands que se extendían hasta el centro de la ciudad. Y es que el salón no se ha limitado al interior de un pabellón, sino que se ha extendido por diferentes zonas de la capital de Baviera.

Entre las marcas alemanas –las que llevaron a cabo el mayor despliegue–, destacó Volkswagen, que presentó el ID.Life, un nuevo prototipo de automóvil de la familia ID que estará disponible en 2025. Será un modelo familiar para el segmento de coches pequeños, costará unos 20.000 euros y podría fabricarse en la planta navarra de Landaben, después de que el CEO de la marca, Ralf Brandstätter, asegurase que la compañía «muy probablemente» fabricará su nueva familia de coches eléctricos en el Estado español, donde cuenta con la planta de VW en Landaben y la de Seat en Martorell (Catalunya).

El ID.Life se basa en una variante más pequeña de la matriz de propulsión eléctrica modular (MEB) de Volkswagen que se ha desarrollado específicamente para el segmento de coches pequeños. La factoría destinada a su producción fabricaría los modelos eléctricos pequeños de las marcas Volskwagen, Skoda y Cupra.

Precisamente, Cupra mostró el UrbanRebel Concept, su visión del modelo urbano totalmente eléctrico bajo la idea de un vehículo de carreras, que podría llegar al mercado en 2025.

Audi, por su parte, mostró el Grandsphere Concept, un coche de grandes dimensiones que podría ser el sustituto del Audi A8, al que ya toca renovarse. Se trata de un coche que mantiene su silueta de berlina, aunque con aires de coupé y crossover, y que explora el futuro de la conducción autónoma con un nivel 4 SAE que permitirá ocultar tanto el volante como los pedales para dejar todo el habitáculo libre.

Porsche presentó su concept car Mission R, un prototipo que ofrece una visión espectacular del futuro de la marca, combinando tecnologías de vanguardia y materiales sostenibles, como elementos plásticos reforzados con fibras naturales. Este vehículo de competición totalmente eléctrico monta dos motores de nuevo desarrollo que ofrecen hasta 1.088 caballos de potencia (800 kW).

La también alemana BMW mostró por primera vez al público los modelos BMW iX, el nuevo emblema tecnológico del grupo para encabezar las áreas de electromovilidad y digitalización; y el BMW i4, que llevará la movilidad eléctrica a un modelo premium de gama media, con estilo deportivo de cuatro puertas Gran Coupé.

En los próximos años, BMW seguirá introduciendo la movilidad eléctrica en otros modelos, como las Series 5 y 7 o el X1, con la intención de que para 2023 haya al menos un coche completamente eléctrico en el 90% de sus segmentos de mercado.

Y Mercedes-AMG mostró las últimas incorporaciones a la familia de eléctricos EQ: el EQE, una berlina eléctrica que llegará para intentar convertirse en la referencia del segmento con una autonomía superior a los 650 kilómetros; el EQS, el primer superdeportivo procedente de Affalterbach, con 750 CV de potencia; y el EQG, la versión eléctrica del Clase G, aunque todavía se desconocen sus potencias o autonomías posibles.

Renault y Dacia, con muchas novedades. Entre las marcas francesas sobresalió Renault, que aprovechó el 50 aniversario del Renault 5 en 2022 para dar a conocer la versión de producción del R5 eléctrico, que podría llegar al mercado el próximo año. Aunque la primicia mundial fue el Mégane E-Tech, con una carrocería completamente novedosa de tipo SUV y una mecánica 100% eléctrica, que dispone de una batería de 60 kWh para una autonomía de hasta 470 kms.

Mientras, Dacia acudía a Múnich con el Spring, el utilitario eléctrico más barato del mundo, y con el nuevo vehículo familiar de siete plazas Jogger. Un vehículo «inclasificable» que recoge lo mejor de cada categoría: la longitud de un break, la habitabilidad de un combi y las características de un SUV.

Y entre los fabricantes asiáticos, Kia hizo la premier global del nuevo Sportage, el primero en introducir una variante híbrida enchufable, y mostró todas las posibilidades del EV6, su primer vehículo 100% eléctrico que aspira a ser una auténtica revolución en su gama de producto.