Teresa Moleres
SORBURUA

Cuidar árboles jóvenes

Desde su plantación hasta sus doce años, un árbol se parece a un arbusto que soporta mal la poda y solo admite el corte de ramas bajas y estropeadas. Sin embargo, para darle valor mientras es joven, se puede plantar a sus pies vegetación que crece y se adapta muy bien porque les llega suficiente luz. Luego, cuando el árbol es adulto, las plantas escogidas serán las apropiadas para crecer a la sombra o bien dejar que el árbol se desarrolle y luzca solitario.

Contamos con plantas apropiadas para sombra como los ciclamens, hiedras bicolores y gramíneas bajas. Para instalar estas plantas es necesario hacer hoyos entre las raíces de la superficie y regar regularmente en verano. Incluso para que crezcan mejor, es más práctico subir el ramaje; esto es, cortar las ramas bajas del árbol para permitir que la luz llegue hasta el suelo.

También para formar la futura silueta del árbol se pueden cortar las ramas bajas, sobre todo si la corteza es decorativa en invierno, como la blanca del abedul y la corteza jaspeada de algunos arces. Esta operación se realiza con árboles jóvenes y con ramas de menos de 3 cms de diámetro para evitar cicatrices poco atractivas. Luego se deben cubrir las heridas con un cicatrizante como el alquitrán de Noruega. Los cortes se realizan en otoño o incluso en verano, cuando su recuperación es más rápida. Las variedades de árboles con hojas matizadas como algunos acebos o liriodendron, cuando echan hojas de un solo color verde, se suprimen para mantener el ramaje bicolor. Lo mismo que los retoños tiernos que salen de los porta injertos.

A pesar de nuestros cuidados, los arboles envejecen. Los prunos, catalpas, sauces y abedules no pasan de 30 años. Sin embargo, los robles podrían vivir siglos si los dejásemos a su aire. Si además de la vejez les ataca una enfermedad, lo mejor es arrancarlos cuanto antes y no dejar que el tocón del árbol se descomponga y contagie a otros ejemplares. En el hoyo que ha dejado un árbol enfermo no se puede plantar otro árbol, a no ser que esté inmunizado como un bambú. En el caso de un árbol caído por efecto de un rayo o el viento, sí se puede plantar en el hoyo dejado por el tocón.