El fondo de armario de la Behobia
La camiseta de una prueba deportiva dice mucho del evento al que representa y el Club Deportivo Fortuna, organizador de la Behobia, se ha encargado de dejar constancia en algunas de ellas de los acontecimientos y valores que le importan. Las hay conmemorativas, con eslogan, con mensaje, con doble mensaje, sin él… Ahora que se cumplen 50 años de la aparición del running como fenómeno de masas, hablamos de uno de sus símbolos que es además motivo de estudio.
Desdobladas para este reportaje sobre la pista del polideportivo Pío Baroja por orden de ediciones, las camisetas forman un improvisado mosaico textil que supone un pequeño recorrido por la historia de la Behobia. Al menos por las últimas décadas de esta carrera centenaria que nació en 1919 y fue recuperada en 1979, iniciándose así su etapa moderna y con ella la proliferación de esta prenda proporcionalmente al aumento de participación. Por la ahora B/SS han pasado miles de elásticas. La ofrecida por la entidad organizadora, el Club Deportivo Fortuna, cambia completamente cada año.
Este 2022 se cumplen 50 años desde la aparición del running como movimiento global, deporte multitudinario e industria económica –especialmente en lo referido a producción y venta de equipación, básicamente zapatillas, camisetas, shorts, mallas y viseras pero también “pulseras inteligentes”, inscripciones, viajes a competiciones…– que mueve millones de euros. En Euskal Herria, la principal demostración de atletismo popular sigue siendo una Behobia que el próximo domingo celebrará su 57ª edición tras cerrar hace meses la inscripción para 30.000 participantes. Con el precio del dorsal a 48 euros y la posibilidad de cambiar su titularidad en caso de no poder participar hasta prácticamente el último día, hay quien en esa situación prefiere quedarse con la camiseta. Y es que esta prenda se facilita exclusivamente a los participantes –hay otras distintas para los 2.000 voluntarios– y ninguna de ellas se comercializa para su venta.
Esa prenda es el premio que antes de correr ya se lleva el corredor y lo que queda después de cruzar la meta para los que no alcanzan el podio. Sencillas o más ilustradas, del algodón al petróleo, de manga larga pero sobre todo corta y de todos los colores, a partir de agosto, cuando se empieza a preparar en serio la carrera, afloran por las aceras trotando con sus propietarios. Iñigo Etxeberria, coordinador de la prueba, considera que «esto tiene un efecto motivador. Estoy preparando la Behobia y me pongo su camiseta».
Aquella prenda que compartía el logotipo del Fortuna o simplemente el nombre de la prueba con el patrocinador de turno –bien fuera el desaparecido hipermercado Mamut, Easo Sport, o la cerveza Keler, o incluso todos a la vez– ha dado paso a delanteras más trabajadas. Hace 24 años el dibujo de un cerdito corriendo con dorsal y plasmado en algodón blanco –la carrera se disputa el segundo domingo de noviembre, en las cercanías del día de San Martín– captaba este detalle.
Para entonces ya habían llegado las multinacionales. La alemana Adidas ha sido el fabricante más habitual, aunque también la han vestido la italiana Fila y la estadounidense Nike. La firma de Oregón, tan dada a los eslóganes, estuvo en el comienzo del lema: «Trabajaban mucho la imagen con frases como ‘¿Sufres más cuando corres o cuando no sales a correr?’, que llegaban a los participantes», recuerda Etxeberria mencionando aquella pregunta genial estampada en letras negras sobre naranja. A esa idea se le dio continuidad y la aparición de internet facilitó la colaboración de los afines a la carrera que enviaban sus ideas a la organización. «Se hacía una convocatoria para los que quisieran hacer propuestas y luego elegíamos un lema».
Aunque en alguna ocasión algún patrocinador les propuso utilizar una camiseta-dorsal obligatoria de esas que deparan un pelotón uniformado, los organizadores declinaron la oferta. Opinan que cada participante debe elegir su propia indumentaria. «No lo veíamos. Cada cual tiene que correr como quiera, con sus camisetas preferidas, las de su club… De esta manera, se crea un ambiente multicolor aunque mucha gente también corre con la de la Behobia», añade el coordinador, o con camisetas reivindicativas e incluso disfrazados y hasta desnudos, pero con dorsal, como ocurrió alguna vez. Cuestión de pluralidad.
El premio del público. Una de las camisetas favoritas de Etxeberria es aquella verde que luce un sencillo “Eskerrik asko” en agradecimiento a la fidelidad de un público que anima desde las aceras durante la mayor parte de un recorrido en línea de 20 kilómetros entre Behobia y Donostia. En ella aparecen dibujos que simulan a los espectadores bajo el perfil de las dos subidas: Gaintxurizketa y Alto de Miracruz. «Me gustó mucho por simpleza y por diseño, pero sobre todo por la gente que, aunque llueva, siempre está ahí».
En la colección hay dos camisetas con un corazón y contenidos distintos. Sus mensajes son otros pero ese corazón ayuda a recordar que si a un recorrido exigente por kilometraje y orografía se le añade una afición tan entusiasta, se disparan las emociones. No hay más que ver la llegada al Boulevard, con un último kilómetro impresionante, al que la participación llega cansada pero contenta. «Hay que hablar de eso. La animación que tiene la carrera exagera las emociones y te lleva a esfuerzos. Hay que controlar, ahora tenemos pulsómetros. Puede haber temas cardíacos que suelen ser congénitos y no se detectan hasta que se hace una autopsia. Puede haber golpes de calor que al no estar aclimatado te influyen y no hay que seguir a toda costa», recuerda el coordinador de una cita que ha lamentado el fallecimiento de cinco personas en carrera.
Salvando las efemérides como la camiseta del centenario –en negro y dorado– o –en blanco y azul– la editada para celebrar el Tambor de Oro con la que el Ayuntamiento distinguió a la carrera, otras ilustraciones o lemas son como las del corazón, de libre interpretación. En la anteúltima, la de 2021, aparece un arcoíris; lo que para algunos es una metáfora del fin de la pandemia, para otros es un claro apoyo LGTBI que suscitó alguna crítica. Etxeberria saca a relucir «una anécdota muy bonita. Al final del banquete en una boda entre dos chicas, el padre de una de ellas se quitó la camisa para mostrar esta camiseta mientras brindaba por las novias». El mundo del atletismo empieza a abrir sus puertas a la realidad, un ejemplo: el maratón de Boston, en su edición de 2023, incluirá una categoría de atletas no binarios. Boston es un major, se celebra desde 1897 y es el maratón más antiguo del mundo que se disputa de manera continuada.
Gozatu. Desde 2008, los organizadores optaron porque el lema fuera exclusivamente en euskara. «Erritu bihurtu den ohitura» (Una costumbre que se ha convertido en un ritual) rezaba alguna. La de este año, patrocinada por Luanvi, anuncia ese precioso “Gozatu”, todo un consejo que es para Etxeberria la tendencia de que la prueba ha pasado de ser «muy competitiva y muy masculina a ser más igualitaria y más de disfrute. Se ven muchas más mujeres, este año con una inscripción del 29%, se han subido cuatro puntos respecto al año pasado, lo que es una subida fuerte. Ya lo dice el lema de este año, el primer objetivo es disfrutar».
En la presentación de esta elástica, Martín Fiz ejerció de modelo. «Para un corredor la camiseta es muy importante, especialmente para el popular, sobre todo la de la Behobia. Aunque igual no se la ponga para competir ese día, cuando lo hace puede decir ‘Yo he hecho la Behobia/SS’, aquí está la prueba. Si no hay camiseta, parece que se pierde algo».
Campeón mundial de maratón en Goteborg'95 y europeo en Helsinki´94, el gasteiztarra, que el próximo 3 de marzo cumplirá 60 años, sigue en forma: «El atletismo me encanta, mi manera de estar tranquilo es entrenar», afirma. Viaja más que nunca y hoy esperaba correr en Nueva York, pero faltará a la carrera porque el mismo 13 de noviembre se disputa el maratón de Atenas y estará allí para ser homenajeado cuando se cumplen 25 años de su medalla de plata y el oro por equipos en el Mundial de atletismo celebrado en la capital griega. Entonces también ganaron aquella Copa del Mundo el azkoitiarra Diego García, uno de los inolvidables de la Behobia, y Alberto Juzgado, el recordman de la reina de las populares vascas.
De tantas citas, Fiz acumula decenas de camisetas y conserva la mayoría: «Hace poco hice obras en casa y tiré muchas cosas pero ninguna camiseta. Tengo unas 110, algunas emblemáticas de momentos que te han marcado a lo largo de tu vida. Con ellas y algunas medallas hice una exposición en el Artium; con el tiempo pretendo colgarlas en algún espacio de mi casa y hacer un pequeño museo, un rincón para mí».
Como colaborador de la firma Luanvi, Fiz no escatima elogios sobre la elástica: «Es una pasada, buen tejido, bonita, chula y para disfrutarla durante el resto del año. Una prenda para vestir». Sus creadores van más allá y aseguran haberse inspirado en los reflejos del agua de la Bahía de La Concha: «La combinación de colores verde mar y antracita homenajean a ese Cantábrico que baña las costas guipuzcoanas. Están confeccionadas en tejido de gran elasticidad y tecnología cool-skin. Este material, además de proporcionar un secado rápido del sudor y evitar la presencia de humedad, aporta ligereza y suavidad. Cuenta con un acabado de costuras planas flatlock que minimiza las rozaduras durante la práctica deportiva».
¿Podría decirse que es sublime? Parece que sí, a juzgar por las declaraciones de Javier Tarancón, responsable de patrocinios de la firma valenciana, que durante la presentación adelantó: «Hemos pretendido hacer una camiseta que los corredores tengan en su armario para que la carrera esté mucho tiempo en su mente, entrenando y demás. Hemos utilizado la tecnología de la sublimación. No hay nada de vinilos, ni de serigrafías. Cuando llueve o cuando sudan, no se les pega la camiseta».
Habla al respecto Fernando Ibarreta, productor ejecutivo de la B/SS, que ha conocido los tiempos de las multinacionales: «Ahora quizás es el momento de las segundas marcas porque las primeras están desapareciendo del patrocinio y se están dedicando a la comercialización de sus productos vía internet. Es la oportunidad de las segundas marcas porque se están dedicando directamente al deportista».
Materiales y cantidades. En esta 57ª edición hablamos de algo más de 30.000 camisetas, números considerables en tiempos en los que se apela a la sostenibilidad. La organización se ha llegado a cuestionar su producción pero la simbología de la prenda ha pesado más. «Es un elemento físico muy apreciado. Se afina mucho, no se hacen muchas más, pero como en la inscripción se solicita la talla exacta es por si hay alguna confusión. Hay hasta diez tallas, incluida la XXL. Es un gasto material, y de la época que ha habido muchas carreras todo el mundo tiene un montón de camisetas y les gusta. Es verdad que la hemos reforzado: hemos cuidado el diseño, lo vamos cambiando, también los colores, el lema. Le hemos dado más valor cada año, también a la calidad. La gente que es muy asidua la guarda como un elemento de recuerdo, de motivación», responde Etxeberria.
Teniendo en cuenta las cifras de contaminación textil del planeta, son temas sensibles en materia medioambiental. De las plantaciones de algodón ahora se dice que consumen cantidades ingentes de agua y de esos nuevos tejidos –poliéster, nylon–, que desprenden partículas sospechosas. «Le hemos dado muchas vueltas. Estas camisetas –las denominadas técnicas– se hacen con petróleo. En los últimos años ha habido una evolución a consumir más textil. El contrapunto está en que lo que vemos es que la gente la aprecia y la usa; no es algo que se desecha al primer uso».
Vestidos para correr. La realidad es que, a excepción de las futbolísticas, es una de las más utilizadas. También la gente se las lleva de vacaciones. Durante varios años, la revista del C.D. Fortuna contaba con una sección titulada “Behobia munduan” a la que socios, afines y participantes enviaban fotos de sus viajes. Lo confirma Juan Carlos Arregi, que ha participado en 26 Behobias más la virtual de 2020, alternativa a la cancelación de la prueba física por el covid. Arregi es el encargado de coordinar las 29 liebres que ayudan a marcar los tiempos de los participantes. A sus 54 años responde al prototipo de behobiero popular, gente que ha corrido en muchísimos sitios y se está haciendo mayor intentando no perderse ninguna edición.
Conserva las 27 camisetas en el armario: «Cuando he corrido por ahí fuera o he entrenado con la camiseta de la Behobia, siempre hay alguien que te para para decirte que participó en esa carrera». Una vez incluso propuso a un grupo de diez donostiarras que viajaron al maratón de Viena correr cada uno con una camiseta distinta de la prueba vasca. Aceptaron y al Fortuna le encantó. Hasta el presidente Enrique Cifuentes se encontró en las Torres del Paine con un catalán que se había plantado en Patagonia con la camiseta de la B/SS. Y claro, hablaron de lo que hablaron.
Estudiar las camisetas. Alazne Mujika Alberdi es profesora en la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de Deusto, Doctora en Economía y Dirección de Empresas y Máster en Investigación de Mercados y Sistemas de Información. También es corredora popular y presidenta de Donostiarrak K.E. y prepara un estudio basándose en las camisetas de tres pruebas: la Behobia, la Lilaton y la San Silvestre donostiarra. El proyecto le ha valido la Beca Berdintzen. «Se trata de un estudio de la representación de las mujeres y el uso del euskara desde el año 1990 hasta el año 2021 en las camisetas de las carreras populares. El objetivo es analizar cómo se han representado las mujeres y se ha utilizado el euskara en uno de los principales soportes comunicativos de una carrera popular, observar si la evolución tiene una relación con cuestiones tales como la diferente legislación deportiva, de igualdad o de euskara, o elementos comerciales como patrocinios y, en último lugar, identificar si hay una interseccionalidad entre ambas cuestiones, la igualdad y el uso del euskara», explica a 7K.
Mujika, que de niña jugaba a fútbol y baloncesto, comenzó a correr a los 39 años. Debutó en la Behobia en 2011 y desde entonces no ha faltado nunca. Preguntada por el incremento del número de mujeres para esta edición con récord de inscripción, y lo que supone el reto de llegar a la paridad de participantes masculinos y femeninos en 2025, responde: «Para mi, más importante que ese 50% en carrera es la participación de las mujeres en la actividad física y deportiva. Observo una transformación muy interesante en Donostia, con un porcentaje cercano al 50% entre las personas que corren por la ciudad. También es de destacar el gran número de mujeres que practican ciclismo, natación y cualquier otra actividad física y deportiva».
Cada vez más. Por cierto, ¿dentro de tres años, la camiseta llevará el B/SS/50/50/25?