BERTA GARCIA
CONSUMO

Adornos

Qué sería de la Navidad sin las guirnaldas y bombillitas luminosas? un reclamo para muchas personas, algunas de las cuales organizan escapadas para recorrer esas ciudades que se vanaglorian de tener “el árbol más lucido”, aunque sea un truco mercantil para favorecer el consumo impulsivo.

Como todos los productos industriales, los adornos luminosos tienen sus riesgos y hay que estar atentos a lo que compramos y también a cómo lo guardamos para el próximo año. Los elementos decorativos pueden presentar problemas eléctricos, sobre todo si no se conectan de forma adecuada o se colocan cerca de otros elementos que con el calor pueden incendiarse.

Las guirnaldas están sometidas al cumplimiento de la normativa vigente en la materia, la norma UNE-EN IEC 60598-1:2022 y su correspondiente norma particular UNE-EN 60598-2-20, para adecuar el producto al consumo final con garantías de seguridad. Esto en la Unión Europea, pero todo lo que viene de terceros países no tiene ni normas ni controles, y curiosamente son las que más se compran por sus bajos precios.

Para evitar riesgos existen una serie de recomendaciones al respecto que nos hacen los expertos y asociaciones de consumidores:

• El producto debe presentar un etiquetado completo y en castellano (como mínimo), en el que se especifiquen instrucciones de uso, tensión, potencia nominal y normas para el cambio de las bombillas (cuando sean reemplazables). También debemos fijarnos en el marcado IP, que debe ser, como mínimo, de IP44 para las luces de exterior (nos indica el nivel de protección de la guirnalda ante la posible entrada de partículas pequeñas y de agua en ella).

•  Si hay niños en casa lo más aconsejable es adquirir guirnaldas de muy baja tensión (12 V), marcadas como Clase III, y siempre situarlas en lugares de difícil acceso para ellos.

• No todas sirven para el uso exterior y, en el caso de estas últimas, debemos verificar que lleven un recubrimiento resistente a la lluvia y la humedad, representado por un símbolo y la leyenda “Uso exterior. Protegida para agua y frío”. 

• Y por último, hay que colocar las luces lejos de fuentes de calor, materiales inflamables y elementos decorativos que puedan sobrecalentarse y apagarlas cuando no estemos en casa.