En el enfrentamiento entre consumidores e industria alimentaria gana por goleada esta última, bien representada por una parte del actual Gobierno español de coalición. Esto se escenifica en el nuevo batacazo que le ha propinado Agricultura a Consumo en la batalla desigual que mantienen desde el inicio de legislatura. Cualquier intento de mejorar la posición en el mercado de una mayoría, aunque “silenciosa” (los consumidores), parece abocada al fracaso, dado el poder del lobby de la industria de alimentos procesados.

La historia no tiene desperdicio, y es que la puesta en escena de un ministerio novedoso como el de Consumo no era más que eso, una puesta en escena para dar el minuto de gloria a un pequeño grupo multicolor que aterrizaba en el Gobierno. Pero el guion ya estaba escrito desde hace décadas con el lema “laissez faire-laissez passer”, –«dejen hacer, dejen pasar»–, como correspondía a un sistema de mercado liberal. Y, ya se sabe, ante un sistema económico que se teorizaba como sano, justo y próspero, algunos perdieron por el camino la “o” (de obrero) para abrazar una filosofía tan etérea como la mano invisible que dice guiar el mercado.

Etiquetado de alimentos. Visto lo visto, para la parte liberal del Gobierno español lo mejor sería dejar que las situaciones fluyan, sin poner corsés legislativos como propone el titular del Ministerio de Consumo, Alberto Garzón, que quiere conseguir una ley sobre el etiquetado de alimentos y, en su caso, algo más rompedor, sobre la publicidad de alimentos dirigida a los menores, tan nociva como los productos que publicita. A lo que Luis Planas, ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, responde: «Yo en general soy partidario de los mecanismos de autorregulación, los prefiero a los mecanismos prescriptivos, sobre todo en el ámbito de la alimentación. Defendemos la salud de nuestros niños, pero es mejor que todo el mundo comprenda la importancia de no prescribir al respecto». En Consumo, sabemos del juego sucio y eso vale puntos para no rendirse ante la nueva temporada que se avecina.