Miren Artetxe
LITERATURA

Bienvenidas a las tinieblas

Tras “Canto jo i la muntanya balla” (“Nik kantatu eta dantza egiten du mendiak”, Alberdania), Irene Solá regresa con esta sorprendente y arriesgada novela (“Et vaig donar ulls i vas mirar les tenebres”, en su versión original), en la que volvemos a encontrarnos con el mismo universo que patentó en la anterior, con esas historias ancestrales con una dimensión telúrica a flor de página. Pero, ojo, en esta nos adentramos en las tinieblas, en un mundo hostil, fantasmagórico. Repasa más de un siglo de inquietudes, de guerras, prisiones, fugas y ajusticiamientos, de bandoleros y emboscados; pero, sobre todo, de mujeres que esperan y de mujeres que deben sobrevivir como sea, incluso pactando con el demonio.

La acción se desarrolla entre las cuatro paredes de una masía remota del Pirineo catalán, una zona boscosa que ofrece un pasto fértil a lo que debe ocultarse y para “ocultarse”. Las protagonistas son una estirpe de mujeres que se alejan de los cánones literarios: feas, abyectas, deformes, las que quedan atrás, las que se “esconden”. Y están muertas. Son fantasmas que siguen habitando la misma casa, porque nunca tuvieron la ocasión de escapar de su interior, como hicieron los hombres, que decidieron irse y no volvieron.

La historia comienza con la llegada de Joana a la casa, quien para encontrar marido hace un pacto con el demonio, momento a partir del cual se sucede la saga familiar. A través de los retazos fragmentarios de recuerdos que las mujeres van narrando, conocemos las consecuencias de ese pacto, así como los acontecimientos y momentos históricos que les tocó vivir. Todo mientras cocinan, ríen, se enfadan, lanzan puyas..., y llenan la casa de olores, malos olores, sabores o sensaciones. Una casa en la que también habitan las vivas, ajenas a la presencia de sus antepasadas.

«Apaga los sensores de alarma e incredulidad y, en vez de pasarte la novela diciendo 'esto no puede ser', te sumerges dentro, te imaginas lo inimaginable y te crees lo increíble». Es una sugerencia de la autora, una invitación a adentrarnos en ese mundo en el que la ficción se mezcla con la magia, en el que lo cotidiano puede parecer irreal y lo verídico, imposible; en el que se relativiza el tiempo cronológico... En ese mundo, en fin, en el que acabamos entrando arrastradas por el torrente narrativo de la catalana, que no deja que se le escape ni uno solo de los hilos infinitos de las historias que desgrana. Por cierto, Alberdania ya ha anunciado la publicación de la novela en euskara. Llegará a las librerías ya, en noviembre, bajo el título “Begiak eman nizkinan eta ilunpeei behatu hien”.