Amigos, familia, qué bonito es veros cocinar. Y, sabiendo de qué va la trama, hoy, día señalado donde los haya, lo es más todavía. Seguro que para muchos no supone esfuerzo alguno, e incluso deseáis con ansia que llegue este día. Qué bonito y qué importante es tener a alguien así cerca, que aúne a todos los supuestos con tan solo un bocado. Hay gente que, además de cocinar bien, tiene la capacidad de unir a la gente con lo cocinado. Y, por el contrario, también hay gente que tiene la capacidad de generar polémica y disgusto en sus invitados, sobre todo si gran parte de la cena -y más de un día como este- se prepara con air fryer (la mal llamada “freidora de aire”).

Un día como este se merecía un tema a la altura. Ubiquemos a esta mal llamada “freidora de aire”. La definición formal según la RAE de la “freidora de aire” es la siguiente: «la palabra freidora de aire no está en el diccionario». Os diré por qué, porque es imposible freír con aire. Por lo tanto, que quede claro, decir “freidora de aire” equivale a decir “hamburguesa de tofu” o “leche de avena”. La ley obligó a cambiar el nombre de los productos que inducían cierta confusión y seguro que también llegará la hora para la “freidora de aire”.

Que quede claro. No tengo nada en contra de este impostor culinario, ¡pero ha sido tan grande la presión social soportada! Que si «¿todavía no tienes una air fryer?», «yo la uso para todo», «las patatas quedan super bien y super sanas», «no se nota diferencia con una fritura normal». ¿Alguien más ha sufrido este acoso por parte de amigos, familiares y vecinos? Puede ser que ya no sea algo tan novedoso, pero estoy seguro de que va a ser tema de conversación esta noche y puede que parte del menú también se elabore con esta protagonista.

Aviso importante: Las croquetas fritas en la air fryer, dejan de ser croquetas.

Analicemos su funcionamiento. Se trata más bien de un “horno” con una ventilación muy fuerte en la que circula también un poco de aceite. De aquí el nombre. Los resultados para algunos casos son realmente buenos, pero siendo un producto totalmente nuevo, con un efecto y una técnica que hasta ahora no se había dado en un aparato de cocina doméstico, lo suyo sería buscarle un nombre propio, ¿no? ¿Por qué el horno se llama horno y la freidora, freidora? Son nombres que no tienen nada que ver con otras máquinas o con otros aparatos domésticos. Mi pregunta es simple. ¿Por qué, entonces, tenemos que llamar a esta máquina “freidora de aire”?

El marketing es lo que tiene. Se trata de hacer que la gente entienda cómo funciona una máquina solo por el nombre. Si es que somos vagos por naturaleza y nos cuesta leer las instrucciones de cualquier aparato… Tampoco lo ponen fácil, todo hay que decirlo. Así que la solución pasa por decir qué hace la máquina en el propio nombre.

Esta es una reflexión mucho más profunda de lo que parece. Creedme, lo es.

Vayamos pues a analizar lo que esta nueva “Thermomix” que todo lo hace, puede hacer. Hornea con aceite y hace que productos como verduras y alguna que otra carne con mucha gelatina queden de maravilla pero, por el contrario, es muy fácil que las croquetas no se frían bien o que la carne se seque si no se controlan las temperaturas y los tiempos. Podría deciros que, por ahora, como instrumento que ocupa un espacio considerable en la encimera de la cocina, gana la Thermomix.

Lo contado hasta ahora podría rebatirse con un «eso es porque no lo has probado». Y sí, también me ha tocado escuchar esto. Y efectivamente, no la he probado. Confieso que lo primero que pensé cuando me enteré de la existencia de este aparato, fue que este era otro aparato con el que la gente pasaría a cocinar menos. Lo curioso fue que todo el mundo se animó a “cocinar” con la freidora de aire y esto es toda una noticia. Aunque no sea de la manera más intuitiva y culinaria que existe, transformar alimentos con una freidora de aire, también es cocinar.

Por lo tanto, la freidora de aire, tenga mis opiniones encontradas, o no, ha hecho que la gente se anime en la cocina y se abroche el delantal. Veamos pues qué opciones son las más populares y acertadas para iniciarnos con esta máquina.

Alitas de pollo: Son el mejor corte y el más fácil para preparar en la freidora de aire. Con que se cocinen 15 minutos a 180º es suficiente para que doren y queden de maravilla. También se pueden especiar y salsear.

Carrilleras: Una vez cocidas las carrilleras, se pueden “recalentar” para que queden tiernas y a la vez crujientes por fuera. Una salsa para mojar y platazo servido.

Patatas asadas: Estas también quedan de maravilla. Podríamos decir que el resultado final es una especie de mezcla entre un asado fino y una fritura ligera. Las cocinamos a 180º hasta que vayan quedando bien.

Brocoli y coliflor: Después de cocer estas verduras a la inglesa, para que queden en su punto justo de cocción, un golpe de calor en esta freidora de aire le da a estas verduras el punto justo para que crujan pero no se sequen. 180º cinco minutos y listo.

Sándwich de queso: Probablemente la mejor receta de todas. Tostadas gruesas con bien de queso de vaca en el interior para un resultado fundente por dentro y crujiente por fuera. Por cómo funciona, esta receta es perfecta para este instrumento.

Amigos, familia, ya os he dejado tema de conversación para esta noche y entretenimiento culinario para los que os hayan regalado una air fryer.

Puede que me anime este año y me compre una. En tal caso, prometo cacharrear con ella y proponeros recetas varias. Pero lo que me importa es que la gente siga cocinando, aunque sea con la motivación de estrenar un aparato como el que nos atañe hoy.

Ha sido un año precioso familia. ¡Os prometo más aventuras a partir del domingo que viene! ¡A celebrar 2024 por todo lo alto!

Urte berri on! Matte zattuztet!