Mariona Borrull
CINE

«El clan de hierro»

La película “El clan de hierro” está basada en la vida de los tres hermanos Von Erich, dedicados a la lucha libre profesional a principios de los 80.
La película “El clan de hierro” está basada en la vida de los tres hermanos Von Erich, dedicados a la lucha libre profesional a principios de los 80.

Somos un gran altavoz de herencias torcidas, un transmisor descacharrado que hace lo que puede con lo que tiene. Por ello, al presenciar el espectáculo very macho, muy ochentero pero muy duro, del trío de leones Von Erich, nos preguntamos cuánto pesa el cielo sobre sus cabezas. También, claro, si no hay forma de liberarnos de nuestras mochilas, si estamos todas malditas.

Así lo creen nuestros hermanos protagonistas, criados en las áridas tripas del rural estadounidense por un boxeador retirado (Holt McCallany) y su ultradevota esposa (Maura Tierney). El padre, manipulador violento, ha instaurado por vía del mayor, Kevin (Zac Efron, aquí un muchachón bien educado), la dictadura de la excelencia, entrenándolos para convertirse en campeones de lucha libre… La historia por venir -lo sabréis si conocéis el caso real que inspira la película- les dejará tan cerca de la grandeza como enterrados en sus miserias, pero no nos precipitemos.

Kevin, convencido y testarudo, parece preparado para triunfar, pero David (Harris Dickinson, más carismático que de habitud), Kerry (Jeremy Allen White, la pata conflictiva) y Mike (Stanley Simons, el menor y más sensible) también se verán arrastrados al ring... Lo que es la aprobación del padre. Claro que la lucha libre que practican los Von Erich es una performance, aunque no haya pizca de falsedad en su acting. Casi parecería (“ups”) una metáfora para la masculinidad tóxica.

Fragilidad semioculta y complejidad vivida son los dos pilares de la vertiente dramática de un Zac Efron totalmente dividido entre papeles para ganarse el pan (“Los vigilantes de la playa”, “Yo me encargo de la cerveza” o su serie de Netflix, “Con los pies en la tierra”) y los papeles generadores de prestigio (“Extremadamente cruel, malvado y perverso”, “Gold”), de los que “El clan de hierro” parece un último (¿y exitoso?) bastión. En todo caso, Zac Efron queda ya muy lejos del papel que lo hizo famoso en cierto musical de Disney, de cuyo nombre no quiero acordarme…

Más interesante es aprovechar la puerta de “El clan de hierro” para descubrir la trayectoria anterior de Sean Durkin, el díptico con la aplastante autoridad masculina por hilo conductor que formaban “Martha Marcy May Marlene” (Apple TV+) y “The Nest” (Prime Video). En la primera, una “La Mesías” antes de tiempo, Elizabeth Olsen daba vida a una joven escapada de un culto. “The Nest”, incluso más cruel, daba al paterfamilias Jude Law la potestad de jugarse la estabilidad de su familia en una ruleta rusa del éxito emprendedor.

“El clan de hierro” es sin duda la más apta para todos los públicos, la más directamente sentimental y menos cruda. No obstante, si esperáis nada remotamente parecido al buenismo “Rocky” cambiad de sala: la fortuna hace tiempo que abandonó a los puños alzados de esta familia.