Ya está disponible “Flying Away”, el álbum de debut del cantante Jon Muq, producido por Dan Auerbach, de The Black Keys. Su historia es toda una odisea: creció en Uganda, donde se enfrentó a problemas como la escasez de alimentos y vagó por las calles tocando la guitarra y cantando para los niños de su barrio, hasta que consiguió una actuación en un crucero que le llevó a dar la vuelta al mundo por primera vez en su vida. Muq comenzó su andadura musical actuando en un hotel de Kampala. Tras los largos turnos de trabajo, volvía a casa tocando, rutina que le llevó a grabar un vídeo cantando serenatas a niños sin hogar. Las canciones autobiográficas de su nuevo álbum, como “Runaway” y “Flying Away From Home”, detallan el viaje que ha hecho Muq hasta hoy en día, cultivando su sonido desde una edad temprana.

Actualmente afincado en Austin (Texas), su concepto músical gira en torno a una conversación que mantiene con el mundo y con sus habitantes. Inspirándose en tendencias y tradiciones musicales, tanto africanas como occidentales, concibe las canciones como pequeños regalos diseñados para instalarse en la vida cotidiana y provocar la reflexión y la resiliencia. «Estos días el mundo está triste, así que quería hacer canciones alegres. Quería escribir canciones que conectaran con el oyente de una forma muy personal. Cuando alguien escucha mi música, no se trata solo de mí y de lo que canto. Se trata de cómo entienden las canciones individualmente. Creo que estas canciones pueden hablar muchos idiomas, dependiendo de lo que se quiera de ellas», explica.

Las experiencias de Muq como niño en Uganda y como adulto en Estados Unidos le dan una perspectiva única del mundo al que se dirige: «Crecí en una vida muy diferente, en la que mucha gente pasa por momentos difíciles solo porque no tiene mucho. Nuestro mayor problema era la escasez de alimentos. Luego llegué a un mundo distinto, que me dio una idea de cómo escribir una canción que pueda encontrar el equilibrio con todos, esté donde esté, tengan mucho o poco».

Ha estado girando junto a artistas como Billy Joel, Norah Jones, Mavis Staples, Amythyst Kiah y Corinne Bailey Rae, entre otros. Su sonido es una mezcla entre Michael Kiwanuka y Jack Johnson. Hay ritmos africanos, sol, sonidos jamaicanos, reggae influenciado por Bob Marley o baladas de soul. Los toques retro característicos de Auerbach, como el traqueteo ocasional de la pandereta o el órgano Hammond, son buenos complementos para la voz de Muq, aportando una calidad atemporal a sus canciones. Y Auerbach le ayuda a encontrar el equilibrio entre las canciones más dramáticas, como la apasionada “Dark Door” y las más alegres, como “Lucky Love”, interpretada con su cálida guitarra acústica. Muq muestra suficiente versatilidad como para llevar las composiciones por los caminos que tiene en su mente. Un disco de agradable escucha.

Angelo Outlaw

“Axis of Time” es el interesante álbum de debut del percusionista y poeta de Filadelfia Angelo Outlaw. Se trata de una deslumbrante mezcla de jazz, funk, soul y r&b. Según Outlaw, el álbum pretende transportar al oyente a un estado de ensueño, donde el espacio y el tiempo se desvanecen lentamente y la realidad no es más que un recuerdo lejano. Desde la euforia del single principal ,“Free My Mind”, y el groove desinhibido de “Speed of Light” hasta la meditación en modo de trance de “Dreams” y las melodías lúgubres de “Invisible Clock”, Angelo y la banda del Eraserhood Sound viajan al cosmos y vuelven. Una obra que trasciende la raza, la religión y la política.