Agustín GOIKOETXEA
BILBO
Entrevue
JUAN MARI ABURTO
CANDIDATO DEL PNV A LA ALCALDÍA DE BILBO

«Yo seguiré siendo el alcalde de los barrios»

Tras años en distintos cargos públicos en el Ejecutivo de Lakua y en la Diputación vizcaina, Juan Mari Aburto se enfrenta al reto de tratar de mantener parte del caudal de votos que su partido logró en 2011 con Iñaki Azkuna. Con su cuaderno rojo, ha recorrido todos los rincones del Botxo para conocer la realidad a la que se enfrenta, con varias asignaturas pendientes.

Las asociaciones vecinales reclaman una participación ciudadana efectiva, ¿contempla cambios para abrir el Ayuntamiento a sus iniciativas?

La participación ciudadana va a ser una seña de identidad. En mi discurrir político, he hecho del tejido asociativo allí por donde me he movido aliados de la forma de hacer las cosas. Me he reunido con la Federación de Asociaciones Vecinales para analizar un documento que han elaborado al respecto. En el encuentro me trasladaban cómo, por ejemplo, estaban encantados de cual estaba siendo la participación en el ámbito de Obras y Servicios, y también en Transportes, y decían que en otros había que mejorar. Lo comparto. Hay que modificar el reglamento para posibilitar que las peticiones vecinales puedan llegar al Pleno. Hay que hacerlo de manera ordenada para que los plenos no se vean colapsados; esto se hace en otros sitios.

¿Va a suponer un cambio en la organización de los distritos?

No, los distritos están bien organizados y lo que hay que mejorar es la forma de participar. Hay que diferenciar participación y toma de decisiones. He analizado mucho cuáles son las formas de participación de otros lugares y he llegado a la conclusión de que hay cosas que mejorar, pero no he visto en ningún sitio una participación a la hora de determinar cuáles son las obras prioritarias.

El otro día escenificó la reedición del «pacto de titanio» con Unai Rementeria y ahí está el papel que juega la Diputación en la futura desaparición del viaducto de Errekalde. ¿Se puede prometer a los vecinos que se va a derribar pronto?

Si algo estoy diciendo en esta campaña es que no voy a prometer aquello que no voy a ser capaz de cumplir. Quiero ser honesto con los vecinos de Errekalde. Les quiero decir que Juan Mari Aburto, como alcalde de Bilbao, vería bien que ese viaducto desapareciera lo antes posible. En este mandato, en el que hay que trabajar el PGOU, se debe prever el itinerario de la variante. Se está trabajando en dos posibilidades, incluso hay una tercera presentada por la Federación de AAVV. Hay que estudiar bien esa alternativa. Según cuánto vaya en túnel, las medidas de seguridad son más exigentes y es más caro. La Diputación está defendiendo que no va a haber dinero suficiente para realizar esta cuestión, eso no quiere decir que no haya que prever cuál vaya a ser el trazado final. Eso lo vamos a hacer, es el compromiso del Ayuntamiento, para que cuando sea posible se elimine el viaducto, que entiendo que es una mole y estamos en deuda con Errekalde.

Ha citado el nuevo PGOU. En él se apuntan nuevos desarrollos urbanísticos, ¿y regenerar las zonas más degradadas?

No es incompatible. Bilbao tiene que seguir mirando al futuro y es apostar por Zorrotzaurre, Punta Zorrotza, Bolueta, Olabeaga y Kastrexana como elementos de oportunidad. Pensemos en Abando y en la plaza Doctor Fleming y todo lo que supone la playa de vías con la entrada del TAV, con un espacio que va a permitir conectar la cuna del Bilbao más antiguo con el más moderno. Hay que ir pensando en que Zorrotzaurre empiece a ser una realidad, es algo que me preocupa, que no lo veamos como algo que está en el imaginario. El puente de Gehry, en pocos meses, va a ser una realidad. Si el Gobierno empieza a licitar algunas de las viviendas que tiene en las parcelas que son propias, sería una nueva realidad.

No quiere decir que nos olvidamos de otras cosas. Para barrios como Bilbao la Vieja o Atxuri, apostamos por planes generales de regeneración y eso pasa por la rehabilitación urbanística a través de Surbisa, que además tiene un efecto muy importante en la generación directa de empleo. Nos estaríamos equivocando si tratamos que esos planes sean exclusivamente urbanísticos. Siendo difícil, es la parte más fácil, y por lo tanto hay que hacer una actuación integral que tenga que ver con el urbanismo pero también con la regeneración social, comercial y económica. El que haya estado todos estos meses en los barrios no es una casualidad. Yo seguiré siendo el alcalde de los barrios. He vivido en Zurbaran, vivo en Deusto, los barrios van a ser para mí una parte importante de la gestión del nuevo mandato, si tengo la confianza de la gente.

Ha citado regeneración y Bilbao la Vieja, ¿qué se puede hacer para que la regeneración de esa zona sea una realidad?

No quiero ser crítico. Recojo con mucho orgullo la gran herencia de Azkuna y Areso, pero sí creo que el plan integral de regeneración de Bilbao la Vieja, San Francisco y Zabala empezó con mucho ímpetu. Gobierno Vasco, Diputación y Ayuntamiento apostaron y tengo la sensación, no olvidemos que estamos viviendo una crisis demoledora, que eso se haya diluido un poco. Hay que recuperar ese pulso, esa forma de trabajar las tres instituciones al unísono.

Otro de los asuntos pendientes es la ordenación de los lugares de culto. ¿Va a haber una solución de consenso?

El Ayuntamiento hizo una modificación urbanística para impedir los centros de cultos en edificios de viviendas. No se decía que no podían estar en el centro. Fue recurrida y ha habido una sentencia que ha dictaminado que esa modificación no es que esté mal hecha en el fondo pero lo está en las formas, precisamente por no haber desarrollado el correspondiente proceso de participación ciudadana. El Ayuntamiento tiene que llevar adelante este proceso y mi idea es llevar adelante ese proceso con un diálogo, una mesa de religiones, que signifique llevar a acuerdos. Dicho eso, puedo entender que los vecinos puedan tener ciertas incertidumbres y hay que garantizar la convivencia y la seguridad. Por lo tanto, conectando con los intereses de unos y otros hay que llegar a un punto de equilibrio.

¿Deja la puerta abierta a que en edificios de viviendas haya lugares de culto?

Ni abro ni cierro la puerta, lo que digo es que tendremos que determinar cómo eso se hace.

Tras el toque de atención de los vecinos, ¿qué se puede hacer con Artxanda?

Hemos hablado con los vecinos sobre lo que está ocurriendo. Artxanda tiene que ser un objetivo, es una oportunidad extraordinaria, un pulmón a cinco minutos del centro. El modelo debe estar basado en que sea un lugar de ocio, de paseo, quizá de deporte, por ejemplo en torno a lo que es el campo de fútbol. ¿Por qué no unas rutas vinculadas al mountain bike? Y si pudiéramos ser capaces de pensar algo que tenga que ver con algún tipo de actividad para lugares como el edificio de San Roque, bienvenido sea.

El número de viviendas vacías ronda el 9,86%. ¿Es sostenible?

Hay 160.000 viviendas y las vacías son aproximadamente 16.000. Hay 4.090 viviendas sociales y algo más de 6.200 personas que están apuntadas en una lista para acceder a un alquiler social. Conjugar los intereses de todos vuelve a ser un equilibrio difícil. El acceso a la vivienda es prioritario. El parque de vivienda vacía hay que intentar movilizarlo, y en ese sentido creemos que es bueno colaborar con los programas del Gobierno Vasco, tanto de Bizigune como de ASAP. Además, me gustaría que hubiera programas específicos para jóvenes, porque nos estamos jugando una parte del futuro.

¿Debe participar el Consistorio en esos programas o delegar en el Ejecutivo autonómico?

Ya ha llegado a determinados convenios con el Gobierno Vasco. En Gardeazabal, en la zona de Peñascal, se está construyendo un edificio para posibilitar realojos y eliminar infravivienda. En Arangoiti hay también planes de alojamientos dotacionales para permitir el acceso a gente joven. En Bolueta hay previsto un desarrollo urbanístico importante. En Barinaga, que es una zona absolutamente deteriorada, se tiene que regenerar sin esperar a que Punta Zorrotza se desarrolle, con otra actuación. A partir de ahí llegará el debate de la Ley de Vivienda, qué pasa y cómo se financia.

Vecinos, hosteleros y comerciantes del Casco Viejo se quejan del desembarco de las franquicias y la desaparición del tejido comercial tradicional. ¿Cómo se puede abordar?

El comercio es como la sangre que corre por las venas. Es un síntoma de vida, de que la ciudad tiene pulso. No lo olvidemos, es un primer empleador, 20.000 personas trabajan en el sector; en el caso del Casco Viejo, 515 comercios aproximadamente con 1.200 empleos. El PNV apuesta por un comercio local de calidad. ¿Quiere eso decir que no quiero grandes marcas? No, Bilbao es una ciudad que quiere mirar al exterior, que quiere ser atractiva al turismo, que lo es, hay un millón de turistas al año que vienen al Guggenheim y que gastan casi 300 euros al día, con lo que supone de ingresos, y por lo tanto hay que potenciar que grandes marcas se puedan instalar.

Lo fundamental es el establecimiento de una ruta comercial que pueda resultar atractiva. Mantener el programa de comercios innovadores va a ser un elemento importante, pensar en el Shopping Eguna, en los mercados urbanos... creemos que son realidades en las que hay que trabajar. No nos olvidemos que, si nos preocupa el empleo, El Corte Inglés tiene 1.500 empleos directos, y que funcione bien para el comercio no tiene que ser un problema sino un atractivo, tenemos que ser capaces de establecer sinergias.

Usted ha dirigido políticas sociales, en Bilbo hay cientos de personas que pernoctan en los albergues y otras en las calles...

Las personas que duermen en la calle están contadas, son doscientas y pico. Una ciudad que quiere ser digna, que quiere estar socialmente cohesionada, tiene que vivir como una herida que sangra el hecho de que haya gente que duerma en la calle. Bilbao es una referencia en la atención a las personas sin techo, no olvidemos eso. Habrá que mejorar, pero siempre partiendo de la realidad, sin ser autocomplacientes, de que se están haciendo bien las cosas.