Juan Carlos ELORZA
BALONMANO

Bera Bera impone su estilo

Las donostiarras, que serán recibidas hoy en el Ayuntamiento (14.00), suman ya 8 de los 9 últimos títulos.

En vísperas del decisivo partido de Canarias, la web Deportecienporcien que mantiene Vicente Soler, volcada con el balonmano femenino, solicitaba su pronóstico sobre el Rocasa-Bera Bera a cinco de los principales entrenadores de la División de Honor femenina: Susana Pareja (Valencia, excompañera de Montse Puche en el Mar Valencia), Manu Etayo (At. Guardés, ayudante de Jorge Dueñas en la selección española), José Ignacio Prades (Elche), Miguel Angel Peñas (Aula Cultural) y José Luis Villanueva (Granollers, exentrenador de Bera Bera). Ninguno daba como ganador del partido a Bera Bera (solo Villanueva aventuraba un empate), y todos señalaban a Silvia Navarro como probable figura clave –estrella– del choque.

Todos se confundieron. Y no se puede decir que fuera una sorpresa. Bera Bera cuenta con una larga trayectoria de trabajo bien hecho en la División de Honor –en lo deportivo y en lo económico– que le avala, y cuando otros clubes descarrilaron por descuidar su aspecto económico vio que llegaba su momento, y no quiso dejarlo escapar. No con grandes figuras fichadas a golpe de talonario, sino con una plantilla como la actual, con 12 jugadoras vascas de 15, un 80%. Solo el Rocasa, entre sus principales rivales, puede presumir de tener una plantilla con un porcentaje superior de jugadoras canarias (todas excepto Silvia Navarro).

También se ha mencionado la condición de «profesionales» de la plantilla donostiarra para minusvalorar sus logros, como si ello constituyera una lacra, cuando todos los clubes y plantillas de la categoría deberían redoblar sus esfuerzos para garantizar unas condiciones dignas de trabajo –pues eso es lo que es en definitiva el deporte de élite– a todas sus jugadoras, una máxima que se ha propuesto respetar a rajatabla el club donostiarra, que seguro que podría ser más «competitivo» si obviara los contratos legales con sus jugadoras y manejara presupuestos «en negro», como otros.

Una plantilla muy competitiva

Pero por encima de todo, Bera Bera ha ganado ocho de los nueve últimos títulos oficiales que se han disputado (las tres Ligas, las tres Supercopas y dos Copas) porque su propuesta de juego y la competitividad de su plantilla ha sido mejor. Durante años, el club donostiarra ha ido construyendo un estilo adaptado a sus cualidades. Siendo el 4º o 5º de la Liga durante dos décadas, separado de los más fuertes por un abismo económico, puso el acento en la defensa y el contraataque, en la agresividad y el espíritu de lucha constante. En la Liga eso no era suficiente para superar en la clasificación a plantillas mucho más potentes, pero le permitía ser casi siempre el mejor del segundo pelotón, y también para dar la campanada en la Copa 2006-07 –su primer título–, tras ganar en cuartos a Itxako (que fue 4º al final de esa Liga, con 11 puntos de ventaja sobre Akaba Bera Bera, 5º), en semifinales al Elda (3º en la Liga, a 12 puntos) y en la final al Cementos La Unión Ribarroja (el campeón de Liga, que sumó 47 por 31 de las donostiarras).

Y ahora recoge los frutos. En el partido ante el Rocasa si algo llamó la atención fue la convicción con la que Bera Bera fue a por el partido. Consciente de sus limitaciones cuando ataca seis contra seis, y más ante una defensa aplicada, las donostiarras esperaron su momento desgastando con su defensa a las canarias, y cuando las tuvieron a tiro las arrollaron. Todas defendieron, como siempre, y nadie se escondió en ataque, como siempre. Ese es su estilo de juego.