Ramón SOLA
DONOSTIA
ELECCIONES FORALES Y MUNICIPALES

Sintonía política con celebración añadida entre Pepe Mujica y EH Bildu

Los 80 años de ejemplo de vida de Pepe Mujica, cumplidos justo ayer, se cruzaron en Donostia con la joven apuesta de EH Bildu. El expresidente y expreso uruguayo visitó a los candidatos en su sede en un encuentro político y a la vez festivo, que dejó tres apuestas comunes: justicia social, soberanía de los pueblos y otra forma de hacer política.

Apenas 50 metros separan el EH Bilgunea ubicado en la calle Ramón María Lili y la acera frente al Kursaal, donde un coche le esperaba para seguir ruta por Euskal Herria. Pero esos 50 metros fueron suficientes para medir la capacidad de adhesión que generan Pepe Mujica y Lucía Topolansky allá por donde van.

Al salir de la sede, una mujer de su generación le reconoció y le estrechó la mano con énfasis. Metros más allá, un hombre abordó al Pepe (como le llaman en su país); quería regalarle una botella de vino del norte de Euskal Herria. Los candidatos de EH Bildu le explicaron que precisamente ayer era su cumpleaños, y no cualquiera; el número 80. Así que espontáneamente se coreó un ‘‘Zorionak zuri’’ que pareció avergonzar un tanto al invitado, tan grande como humilde.

El grupo giró la esquina y se topó allí con una de las excursiones de jubilados que suelen «desembarcar» en el Kursaal. Su emoción al constatar que tenían ante sí a Mujica y podían saludarle fue llamativa y unánime. Pepe y Lucía llegaron al coche al fin, se despidieron con afecto (palmadas en la espalda, abrazos y besos) de los candidatos soberanistas y él posó por última vez con el pulgar levantado en señal de victoria y una sonrisa en la boca.

Resultaba evidente que las personas que le saludaron y felicitaron en ese breve trayecto junto al Urumea no comparten procedencia, edad ni ideología, pero Mujica es un símbolo para todas. No es nada habitual que un político recabe tanto cariño, claro que tampoco Mujica es un político habitual. Quedó muy nítido cuando se cerraron las puertas de EH Bilgunea y durante casi media hora los candidatos vascos y los dos veteranos luchadores uruguayos pudieron conversar sin cámaras.

Alumno de José Bergamín

Se habló de política actual (los últimos resultados del Frente Amplio), pero también de historia vasca (Mujica apuntó que posteriormente iba visitar la tumba de José Bergamín en Hondarribia, recordó cómo el escritor español de izquierdas se hizo vasco de vocación y añadió que lo tuvo como profesor en Uruguay). Y se habló de las pequeñas y grandes historias que llenan la vida de José Mujica Cordano, que mostró también su sentido del humor: «¿Que de dónde procedo yo, con un apellido vasco y otro italiano? Pues de los barcos, vinimos de los barcos».

Fueron Adolfo Araiz, candidato a la Presidencia navarra, y Miren Larrion, alcaldable en Gasteiz, quienes explicaron a los medios la conclusión general obtenida del encuentro. Antes que nada, una constatación personal, humana: «Consideramos a Pepe Mujica y Lucía Topolansky dos personas ejemplares, tanto por su trayectoria como por lo que representan». Vidas de larga lucha por la justicia, primero en la guerrilla, posteriormente en la cárcel (donde cada uno de ellos pasó quince años), siempre en la calle y finalmente también al frente del Gobierno uruguayo. Una trayectoria inequívocamente paralela a la que en Euskal Herria ha llevado hasta EH Bildu, cuyo próximo reto estriba en constituirse en «frente amplio», lo que también remite al ejemplo de Mujica y Uruguay. «Pepe y Lucía representan al gobierno del pueblo, el que gobierna por, con y para el pueblo», añadieron Larrion y Araiz.

Derechos sociales y soberanía

En lo estrictamente político, de la reunión afloraron tres coincidencias o referencias comunes. La primera, la necesidad de «hacer frente a las situaciones de emergencia», algo que hoy en Euskal Herria se concreta en combatir «las consecuencias de la crisis, rechazando los recortes sociales», explicaron los dos cabezas de lista soberanistas.

Junto a ello citaron «la defensa del derecho a decidir y la soberanía de los pueblos», cuestión de la que ha hecho bandera Mujica en Uruguay al igual que otros gobernantes latinoamericanos de izquierdas. Y en tercer lugar, el impulso a «una nueva forma de hacer política», que está caracterizada por «la transparencia, la corrupción cero y el impulso a la participación popular como forma de crear un nuevo modelo de gestión».

Junto a Araiz y Larrion participaron en este encuentro los cabezas de lista en Gipuzkoa y Bizkaia, Xabier Olano y Josu Unanue, y los de Bilbo y Donostia, Aitziber Ibaibarriaga y Juan Karlos Izagirre. Este último ha ejercido de anfitrión de Mujica y Topolansky en las últimas 24 horas con especial satisfacción; incluso comieron juntos anteayer en su casa de Igeldo.