Jaume Ponsarnau compareció ayer en la sala de prensa del Donostia 2016, acompañado de David Doblas, para realizar una amplia valoración de una temporada que tristemente ha finalizado con el descenso sufrido el pasado domingo por el equipo donostiarra. El entrenador del GBC afirmó que se confeccionó un equipo ilusionante a pesar de los pocos recursos de los que disponía la entidad y con valores suficientes para competir.

El técnico catalán reconoció que el inicio no fue bueno, pero tras varias decisiones se logró aumentar el nivel competitivo, llegando incluso a ser la mejor defensa de la liga y de los mejores equipos en gestión del ritmo. Cuando había motivos para ilusionarse, Gipuzkoa Basket, recibió varios correctivos, debido a la aparición de posibles pensamientos individualistas en el equipo, algo que según Ponsarnau pudo haber influido en el hecho de que Taquan Dean tomase la decisión de marcharse. Una situación económica complicada, duras derrotas fuera de casa, la marcha del máximo anotador y las lesiones, el GBC comenzó a ser poco competitivo y previsible para sus rivales.

El entrenador ya reconoció la pasada semana que la incorporación de Abercrombie, por las circunstancias que se dieron posteriormente, no había sido un acierto por su parte, a lo que añadió ayer que en esa decisión primó la estabilidad del grupo, principal valor del equipo hasta el momento, en la búsqueda del perfil de jugador.

Destacó también que la sensatez y el positivismo han sido posiblemente los principales enemigos del GBC de esta temporada a la hora de afrontar una realidad complicada.

El capitán Doblas suscribió las palabras de su entrenador, reconociendo que el equipo ha tendido a relajarse en ciertos momentos de más seguridad, y que ha sufrido ciertos altibajos en la concentración, pero afirmando que han sido pequeños detalles los que les han llevado a esta situación. Ambos agradecieron el apoyo de la afición.