Cuatro corredores (con una edad media de 31 años), que participaron el domingo en la Behobia, continuaban ayer ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Donostia, según el parte médico facilitado ayer por la tarde aunque evolucionan favorablemente. Las afecciones más graves en esta carrera de 20 kilómetros se debieron al golpe de calor, que apretó intensamente –entre los 27 y los 29 grados– durante las alrededor de cinco horas que duran las distintas carreras.

Otros 21 fueron ingresados pero ayer ya solo seguían siete en observación. El C.D. Fortuna concretó el número de atendidos en 446. En una nota enviada ayer se señala que respecto a la edición de 2011, en la que se dieron condiciones meteorológicas similares, «el porcentaje de ingresos ha bajado considerablemente». Aunque en aquella ocasión cifraron el mismo día de la carrera en alrededor de 200 atletas atendidos, pero ninguno de gravedad y 16 fueron evacuados a centros hospitalarios. Otros medios calcularon en 370 los atendidos hace cuatro años.

Sea como sea, tanto ahora como entonces, son demasiados indispuestos por participar en una carrera popular. Y eso que el domingo se retiraron 439 –122 en el novedoso servicio de taxi, 50 en el bus escoba y otros 267– una cifra enorme para lo que acostumbra la Behobia puesto que pese a sus abultadas inscripciones y la dureza del recorrido la mayoría suele completarlo y en otras ediciones los retirados no superan la docena. Quizás contribuya que al ser en línea, la inmensa mayoría alcanza el Boulevard. De los 33.948 inscritos en la carrera a pie se presentaron en la salida 28.262 –hubo 2.165 cambios de titularidad– y 27.823 cruzaron la meta. 1.215 fueron descalificados «la mayoría por salir donde no les correspondía», señalaron.

Muerte de un corredor

El Fortuna transmitió su pésame a la familia y amigos de José Javier Suescun, que falleció por parada cardiorrespiratoria tras cruzar la meta y «nuestra disposición para apoyarles en lo necesario», al tiempo que lamentó que la luctuosa noticia «muy a nuestro pesar se hallaba en las redes sociales antes de que el propio club tuviera la confirmación de identidad del fallecido y de que su familia hubiera sido informada por parte del Hospital Donostia como hubiera sido deseable», aseguraron.