Los responsables del Club Deportivo Fortuna, organizador de la Behobia, van sacando sus conclusiones sobre la 51ª edición y en su rueda de prensa de cierre, como no podía ser de otra manera, se habló sobre todo de las duras consecuencias de un domingo soporífero. Y es que como matizó el presidente Enrique Cifuentes, «absolutamente nadie preveía unas temperaturas tan altas». Los pronósticos, que apuntaban 23 grados y fueron subiendo hasta los 25, terminaron superando máximas históricas desde que existe la medición hasta llegar a alcanzar los 29, un récord que nunca hubieran deseado ninguno de los implicados en la reina de las populares vascas.

29 participantes –7 mujeres y 22 hombres– fueron ingresados en el Hospital Donostia, la mayoría por golpes de calor. Cinco de ellos fueron trasladados a la UCI –aunque al fallecido José Javier Suescun se le diagnosticó parada cardiorrespiratoria, a la espera de lo que aclare la autopsia– y ya no están en Intensivos.

La muerte del corredor navarro, que como los tres fallecidos en otras ediciones tenía una larga dedicación deportiva, ha vuelto a rescatar la idea de la obligatoriedad o no de realizarse un reconocimiento médico.

Los organizadores lo dejan a conveniencia del inscrito: «Nosotros lo consideramos muy recomendable, pero cada persona es responsable de sus actos. Parece que una prueba de esfuerzo conseguiría que no vuelva a ocurrir. Puede detectar bastantes cosas pero no la muerte súbita», señaló Iñigo Etxeberria.

«100.000 litros de agua»

Pese a que calcularon que se consumieron 100.000 litros de agua –sin contar la de la salida y la meta, grifos y duchas– pidieron disculpas por el fallo de dejar sin vasos, no sin agua, el segundo de los siete puestos de avituallamiento durante media hora larga, lo que afectó a los atletas que salieron en las últimas tandas. «Fue una situación insólita, nunca nos habíamos enfrentado a una edición así. Hay que hacer frente a las circunstancias extremas. Llevo 36 años en la Behobia, que es lo que es a base hacer estudios pero también de corregir fallos. No hemos estado a la altura de las circunstancias», dijo Cifuentes.

También hubo felicitaciones para «el 99% de los corredores que actuaron como debían, y al trabajo de los casi 2.000 voluntarios», que colaboraron para que ese enorme montaje se pudiera llevar a cabo. Sin olvidar a un dispositivo sanitario sin parangón con mucho curro extra. ¿Se plantea la carrera bajar de número de participantes? «Solo si nos obliga el cambio climático», fue la respuesta.