El presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró que el 13-N demostraría que Rusia «tenía razón» al apostar por organizar una coalición internacional antiterrorista, cuya creación consideró «indispensable. De eso hablé durante la sesión de la ONU en su 70 aniversario», señaló Putin en referencia a su discurso ante la Asamblea el 28 de setiembre.

«La vida pasa rápidamente y nos da leciones. Parece que ahora todo el mundo se ha dado cuenta de que esa lucha solo es posible si aunamos esfuerzos», subrayó. «No es momento de debatir quién es más efectivo en la lucba contra el ISIS», añadió condenscendiente.

No obstante, el inquilino del Kremlin no se olvidó de reprochar al Estado francés su exigencia de que el presidente sirio, Bashar al-Assad, abandone el poder como condición previa. «Ha protegido eso a París contra el atentado terrorista», se respondió a sí mismo, sin tener en cuenta, eso sí, que su aliado Al-Assad sigue en el poder gracias entre otros al propio Putin.

Finalmente, el líder ruso insistió en primar la lucha contra el «terrorismo» antes de abordar una reforma política.

Hollande acusa el golpe

En su discurso en el Palacio de Versalles, el presidente francés, François Hollande, anunció que en los próximos días se reunirá con Putin y con su homólogo estadounidense, Barack Obama, para lograr «una única y gran coalición contra el ISIS».

Hollande reiteró que Al-Assad «no puede ser la solución», pero en otra muestra de que ha acusado el golpe del 13-N, matizó que «nuestro enemigo en Siria es Daesh», acrónimo árabe despectivo para designar al ISIS.

«Bienvenido el cambio de opinión sobre Siria», se congratuló el líder de la izquierda francesa Jean Luc Mélenchon.

Lo cierto es que no solo esta izquierda, sino la líder del ultaderechista FN, Marine Le Pen, se felicitó del cambio de actitud de Hollande sobre Siria. También la derecha de Les Republicains ha rehabilitado en los últimos tiempos al presidente sirio y el propio Nicolas Sarkozy defiende un acercamiento a Rusia.

Pletórico al cosechar apoyos a diestro y siniestro, Putin fue más allá en la cumbre de Antalya y denunció que el ISIS recibiría financiación de 40 países, «incluidos algunos miembros del G-20», en referencia a los 20 primeras economías del mundo reunidas precisamente el domingo y ayer en la ciudad turca.

Putin, quien se reunió ayer con el premier británico, David Cameron, aseguró haber puesto ejemplos durante la cumbre «sobre la financiación del ISIS por personas físicas» y destacó la «magnitud del tráfico ilegal de petróleo» de los yihadistas.

Coincidiendo con la comparecencia de Putin, el Kremlin aseguró que su encuentro con Obama fue constructivo pero no produjo cambios en la relación bilateral, muy deteriorada tras la anexión rusa de Crimea, al punto de que según Moscú la cooperación antiterrorista con EEUU «está rota»

Obama recuerda Irak

Hostigado por la derecha estadounidense, que le acusa de inacción, el presidente de EEUU recordó que si enviara a miles de soldados, como exigen algunos republicanos, «veríamos una repetición de lo de antes», en referencia a Irak.

Los extremistas «volverían (...) a menos que apostemos por una ocupación permanente», añadió Obama, quien defendió los actuales bombardeos y se felicitó de los «progresos modestos» en las cumbre de Viena. «Por primera vez hay un acuerdo entre todos los países clave».

 

La derecha xenófoba exige cerrar fronteras a todos los refugiados

La derecha xenófoba exige cerrar las fronteras a los refugiados y está aprovechando la circunstancia de que las huellas digitales de uno de los kamikazes en el Estadio Francia, donde fue hallado un pasaporte sirio, coinciden con las de un hombre controlado en Grecia.

El primer ministro húngaro, Viktor Orban, coligió que «los terroristas han aprovechado la inmigración masiva». «París lo cambia todo», coincidió el ministro bávaro de Finanzas, Markus Söder (de la CSU), aliada de Merkel.

Le Pen exige «detener inmediatamente toda acogida de migrantes». En la Polonia ahora gobernada por el PiS, el jefe de la diplomacia, Witold Waszcykowski, propone expulsar a los sirios «para que se maten entre ellos». El movimiento islamófobo alemán Pegida convocó ayer una manifestación en Dresde.

Más allá de Europa, en EEUU, nueve estados rechazan desde ayer acoger a refugiados sirios. Jeb Bush, candidato a presidenciable republicano ha propuesto acoger tan solo a sirios cristianos.

Obama, Hollande y la ministra alemana de Defensa, Ursula von der Leyen, instaron a no hacer esa equiparación entre refugiados y yihadistas.

Mientras Alemania evocó la posibilidad de que estemos ante una pista falsa del ISIS, Serbia anunció la detención de un refugiado con un pasaporte con el mismo nombre que el hallado en París: Ahmad al-Mohammad. Muy común. D.L.