Una vez superados sus 100 días de gobierno ha llegado la hora de decir lo que opino desde hace bastante tiempo.

El problema que tiene Uxue Barkos, a mi modo de ver, es que está siguiendo su eslogan electoral, lo del «Cambio Tranquilo», tan a rajatabla que está siendo demasiado tranquilo, casi inapreciable para los que le han llevado a ser lehendakari del Gobierno de la Comunidad Foral de Navarra.

Asimismo, como la ven tan «tranquila» los del régimen se están envalentonando y los tiene día sí y día también en la calle y en la protesta, con todos sus medios, incluyendo los públicos, que era lo que con su «Cambio Tranquilo» quería evitar, pero queda claro que así no les va a parar los pies.

Si sigue «tranquila» lo que va a conseguir es que los que le auparon al gobierno, sus votantes y parlamentarios, más los votantes y parlamentarios de EH Bildu, Podemos e Izquierda-Ezkerra se van a hartar de esperar que alguno de sus cambios, ya que a los del régimen no van a gustar, guste al menos a los que le apoyaron para ser lehendakari.