BIDASOA IRUN 30

ANAITASUNA 31

La ocasión se presentaba que ni pintada para un partido sin tensión, con Fernando Bolea dejando fuera a Muiña y Bezbradica y sacando a todos sus jugadores para el minuto 15 de juego (no es tan raro que diez de ellos, incluído el jugador del segundo equipo, Iñigo Gómez, marcara un gol, alineado junto a David Rincón e Iñaki Martínez), o que Zubiria, que no ha marcado ningún gol en la Liga hasta ahora, consiguiera un gol (el 12-11). Pero ayer se podían ver cosas que no se ven en otras circunstancias, y las circunstancias se dieron así.

El partido empezó con ventajas mínimas por ambos bandos, un gol arriba abajo que dio una apariencia de equilibrio al partido, aunque al descanso la diferencia era de 16-15 para el Bidasoa. A la vuelta del vestuario la tensión subió de grado con la primera vez en que la ventaja de Bidasoa llegaba a 3 goles (23-20), cuando coincidía con la exclusión de Cavero, la amonestación de Bolea y un tiempo muerto de Anaitasuna. A partir de ahí las cosas cambiaron. Un parcial de 0-5 (con exclusión de Beltza en medio), un tiempo muerto de Bidasoa, y Anaitasuna que ya no volvería a quedar rezagado.