«¿Por qué un hombre puede entrenar a mujeres y una mujer no a hombres?»
Arantza del Puerto, que mantiene el récord de partidos con la selección española, es la única que entrenaun equipo masculino en Gipuzkoa. Sacó el título con Guardiola, Luis Enrique y otros conocidos exfutbolistas.
Arantza del Puerto (Añorga, 1971) es la mujer que más partidos ha disputado con la selección española absoluta y la única que entrena en Gipuzkoa a un equipo masculino tras ser también la única que se decidió en 2005 a sacarse los tres niveles de título de entrenadora con ilustres exfutbolistas entre los que se encontraban Pep Guardiola y Luis Enrique, los dos técnicos de moda de la actualidad.
Ser la única mujer entre hombres refleja lo que ha sido su trayectoria. Recuerda que «cuando empezamos en la playa solo estábamos cuatro equipos, eramos extrañas». Pasó a los campos de fútbol y escuchó cómo las llamaban «marimachos» o que «las mujeres deberían de estar en la cocina». No le importó y desarrolló en el Añorga, su único club, una trayectoria brillante como futbolista de 26 años, desde 1980 hasta 2005, en el que entonces era el referente del fútbol femenino guipuzcoano. Con él ganó como defensa central tres Ligas y tres Copas.
Llegó a ser 71 veces internacional con la selección española absoluta, un récord que «todavía no me ha superado ninguna, pero no tardarán porque antes jugábamos pocos partidos, nos eliminaban a la primera menos en el Europeo del 97, donde perdimos con Italia en semifinales y quedamos terceras. A un Mundial nunca se iba».
En un partido con la selección española sufrió en 1998 la única lesión grave de su carrera, una rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla: «Nunca se me olvidará, fue en el minuto 44 de la primera parte contra Suecia, en un salto de cabeza, que nos ganaban todas por arriba».
«No gané un euro de futbolista»
Fue su peor momento como futbolista, pero se queda con los mejores, con las amistades. Vivió una época que nada tiene que ver con la actual, en la que se ha profesionalizado con las secciones femeninas de los clubes de fútbol: «No recibí un euro en mi carrera de futbolista, el fútbol ha evolucionado desde que empezamos, ahora hay más chicas, es más común...».
Que las mujeres no tengan más relevancia en el fútbol lo achaca a la sociedad, la falta de apoyos al deporte femenino y a los medios de comunicación. Ahora hay más chicas que juegan, pero pocas entrenan. En Gipuzkoa son solo tres con título de entrenadora que entrenan esta temporada: Gurutze Fernández en el Oiartzun cadete de Honor, con Ane Mugarza como ayudante, Tzeitel Marqués en el Amara Berri de Primera Cadete y Arantza del Puerto, la única que entrena a un equipo de chicos, el Martutene de Primera Infantil, con el que se ha clasificado para la fase de campeones.
También fue la única que aprovechó la oferta que la Española lanzó cuando se retiró en 2005 para sacarse los títulos de entrenadora en Las Rozas: «Me enteré de que había un curso para los jugadores internacionales. Había una serie de requisitos de partidos internacionales y en Primera División. Yo entré por número de partidos internacionales. Pregunté si podía hacerlo, me dijeron que sí, me apunté y así fue como me saqué los tres niveles de entrenadora».
Le hicieron reportajes que no le dedicaron como futbolista en periódicos como "El País" por ser «la chica del Dream Team», porque fueron juntos a sacarse el título Guardiola, Luis Enrique, Sergi, Busquets, Ferrer, Julio Salinas, Julio Alberto, Amor, Soler.... También participaron otros dos vascos: Rafa Alkorta y Javier Olaizola. Pero ella, como ha sido norma, era la única chica, aunque las estrellas del fútbol le hicieron no sentirse diferente.
«La chica del Dream Team»
«Era una chica que había jugado a fútbol, era la desconocida del grupo, todos ellos eran famosos, internacionales, pero me acogieron muy bien, como una más del grupo, no hicieron distinciones por ser chica. El trato con ellos fue bueno. Ya entonces se veía a Guardiola en el campo que iba a ser un gran entrenador. Colocando, corrigiendo a compañeros... Nunca sabes hasta dónde iba a llegar, pero haber jugado te ayuda a manejar el vestuario y a identificarte con los problemas de los jugadores».
Tras dejar el fútbol y con el título comenzó su carrera como entrenadora en el Añorga, el Real Union y el Zumaiako, donde además de entrenar a las chicas por vez primera entrenó a un equipo de chicos, a un juvenil. El infantil del Martutene es su segundo equipo masculino.
Arantza destaca que cuando entrena a chicos «les choca más a ellos que a mí, porque a la hora de dirigir es lo mismo. No son chicos ni chicas, sino once personas que tienen que jugar de una manera. Para jugar a fútbol da igual que seas hombre o mujer, las normas son las mismas, al final es dirigir a un equipo. Siempre tienes que ganarte la confianza y que crean en ti para poder hacer lo que intentas. Si no, que se lo digan a Benítez...».
Asume que la teoría es ésa, pero en la realidad es muy difícil que se confíe en una entrenadora un equipo masculino y se pregunta «¿por qué un hombre puede entrenar a mujeres y una mujer no a hombres?». Responde ella: «Está claro que es más complicado tener oportunidades para una chica que para un chico, pero no solo en el fútbol, los puestos de trabajo más importantes son para hombres. Y no porque lo hagan mejor...».
El precedente de Corine Diacre
Reconoce que «en el fútbol la mujer poco a poco va entrando, pero ha sido cosa de hombres. Igual dentro de unos años cambiará. Ahora ya se ven mujeres médicos y fisios en el mundo del fútbol profesional cuando antes no había ninguna. Poco a poco nos vamos haciendo un sitio. Pero como entrenadora lo veo difícil porque si en un equipo juvenil o en uno de Regional es difícil ver a una mujer, a nivel profesional más todavía. Aunque en Francia ya hay un caso –el Clemont de la Segunda División es entrenado por Corine Diacre desde 2014–. También hay muchas menos mujeres que tienen título de entrenadora, pero eso no implica que porque seas mujer tengas menos conocimiento que un hombre».
Por eso trasmite que «para mí entrenar ahora es un hobby. Sé que no voy a vivir del fútbol, aunque me gustaría. Tengo la suerte de tener un trabajo de informática que me permite entrenar a las tardes con los chavales y disfruto con ellos. Tú les enseñas y ellos te enseñan, te sorprenden con muchas cosas, Al final, el fútbol va evolucionando y siempre aprendes algo. Es lo bonito del fútbol. Y los infantiles son los más receptivos a un entrenador. A uno de División de Honor Preferente no le vas a quitar las malas manías. Si no les corriges desde pequeños... Se le da poca importancia a una Primera Infantil, pero es cuando más se les puede enseñar. Es importante que en el fútbol base haya técnicos cualificados».