Superman Buffon
El cancerbero juventino bate el récord de imbatibilidad en Serie A y da gracias a su amada portería.
Cancerbero. Ese puesto en el terreno de juego donde el sentimiento de amistad no encuentra suelo abonado; a lo sumo, confianza en tus defensores. Lo resumía el gran Amadeo Carrizo, leyenda argentina cuyo día de nacimiento, el 12 de julio, se convirtió en la fiesta del arquero: «Pude salvar pelotas de gol porque jamás confié en el defensor infalible». Esa zona de guerra, dijo alguien, donde el fútbol es un deporte de equipo hasta que el cancerbero comete un error y entonces se convierte en un deporte individual.
Cancerbero, término que proviene de la mitología griega. A las puertas de Hades, el infierno, vivía una fiera monstruosa. Se llamaba Kérberos en Grecia y Cerbero en Roma, y tenía tres cabezas y una cola formada con una serpiente. Horrible criatura hija de Tifón y de Equidna, y de mordedura terrible. Cerbero acariciaba con su cabeza a quienes entraban en los infiernos, pero luego no les dejaba salir y, siempre al acecho, devoraba a quienes pretendían flanquear las puertas del Hades. También ahuyentaba a los vivos que querían adentrarse en las tinieblas. Ese perro guardián es el Can Cerbero, que ha servido para denominar al portero de fútbol.
Cancerbero, arquero, guardameta, atajador, guardián de los tres palos, defensor del arco... guardarredes, guardavallas, golero... portero. «Cuando eres niño marcas goles. Luego creces, te vuelves estúpido y te haces portero», firmado, Gianluigi Buffon. Y lo dice el mismo que de chaval jugaba de mediocampista en las inferiores del Parma, hasta que a los 13 años el equipo se quedó sin porteros y él se calzó los guantes. Una estupidez que todavía le persigue, historia viva en la Juventus que a sus 38 años alcanzó esta jornada un récord en la Serie A italiana, 974 minutos sin encajar un gol, justo hasta de que desde los once metros se rompió ese idilio en el 1-4 con el que ganaron el derbi della Mole al Torino.
«Tenía 12 años cuando te di la espalda. Renegué de mi pasado para asegurar tu futuro.
Una decisión de corazón.
Una decisión de instinto.
El mismo día que dejé de mirarte a la cara, sin embargo empecé a amarte.
A protegerte.
A ser tu primer y último instrumento de defensa.
Me prometí a mí mismo hacer todo lo posible para no cruzarme con tu mirada. O para hacerlo lo menos posible. Pero cada ocasión fue un sufrimiento, debía darme la vuelta para entender que te había desilusionado».
Lo escribó en las redes sociales el propio Gigi nada más acabar el partido. Como diría otra leyenda de la portería ya retirado, el alemán Oliver Kahn, «cada gol en contra es para mí un insulto». Diez encuentros sin insultos alcanzó Buffon, el heredero del mítico Dino Zoff, al que acaba de superar en imbatibilidad y que jugó un Mundial con 40 años, lo mismo que persigue Buffon en Rusia 2018.
El veterano cancerbero de la Juventus proviene de una familia de deportistas, de padre y madre atletas, de hermanas jugadoras de voleivol, Gigi, no de Gianluigi sino de Topo Gigio, un ratón de orejas tan grandes como las de nuestro protagonista, tuvo no obstante un ídolo que no fue Zoff, sino otro guardameta de pantalón largo y estiradas felinas que sorprendió en el Mundial español del ‘Naranjito’: el camerunés Thomas N´Kono, fichado luego por el Espanyol, donde sigue entrenando a sus arqueros. Y prueba de ello es que el hijo del biannconero se llama Louis Thomas.
Forjado en la cantera parmesana, la Juventus le fichó por nada menos que 52 millones de euros, una barbaridad para un portero, pero rentabilizada con creces por los turineses. Eso sí, tuvo que cambiar su Porsche por un Fiat de la familia Agnelli, propietaria de la Vecchia Signora. ‘Superman’ –personaje querido por él y cuya característica ‘S’ vestía bajo la zamarra de portero– apenas ha tenido miedo a sus rivales, salvo a Cristian Vieri –su pareja sentimental desde 2005 es una modelo checa ex del delantero– y el brasileño Ronaldo, aunque sí hay un enemigo al que teme: las avispas, a cuyo veneno es alérgico.
Un sueño en San Paolo
Buffon no fue el único protagonista de la victoria en el derbi turinés. Paul Pogba anotó un gol y dio dos asistencias; dos firmó Álvaro Morata. En el bando contrario, enfado de los hinchas del Torino con la labor arbitral. En el minuto 60, la Juve podría haberse quedado con 9 y con un 2-2. Al final, los jugadores del ‘Toro’ regalaron sus camisetas a la Curva Maratona, su manera de pedir perdón ante el 1-4.
Giampiero Ventura, su técnico, tiene los días contados, el entrenador que con 57 meses al frente de los granotas es de momento el más longevo en la actualidad dentro de la Serie A. Una competición asidua a los cambios y que según los datos, el crédito de un técnico no es más de 9 meses. El bueno de Arrigo Sacchi ya confesó una vez que cuando arribó al Milan su presidente don Silvio Berlusconi le advirtió: «Te doy tres años». Él le contestó: «Me parece demasiado. Porque, en realidad, la gente nunca te da mucho tiempo para triunfar en este mundillo».
Lidera la Juventus, sigue al acecho un Napoli encomendado a Pipita Higuaín, dos goles más. Con su actual cifra de dianas (28), el argentino habría sido capocannoniere en 53 de las últimas 56 ediciones de la Serie A. El récord lo ostenta el sueco Gunnar Nordahl con el Milan, en la temporada 1949-50, cuando metió 35 goles en 37 partidos.
Pero Higuaín tuvo que compartir protagonismo en el 2-1 del Napoli al Genoa. Como cuenta Toni Padilla, al final, la estrecha relación entre ambas aficiones las empujó a cantar contra el otro club genovés, la Sampdoria, y hasta Raúl Albiol llevó luego al vestuario visitante una enorme pizza. Pero el momento cumbre fue cuando el defensa Armando Izzo, un hijo de Nápoles bautizado en honor a Maradona, que no logró vestir en su día la zamarra de su ciudad y hoy juega en el Genoa, fue saludado por el estadio y recibido por una pancarta pagada por sus progenitores y que rezaba: ‘‘Pese a que los colores no son los de nuestra ciudad, tu sueño se ha convertido en realidad. Mamá y Papá”.
Ranieri ya tiene su salchicha
Hay otro italiano que tampoco es profeta en su tierra pero triunfa lejos de ella. Tanto que hasta acaban de bautizar con su nombre una salchicha, lo cual tiene su miga. Fettina, el apodo del entrenador de moda en el fútbol inglés. Su Leicester es líder de la Premier. Sí, se trata de Claudio Ranieri, fettina, así conocido en su Roma natal por ser su padre el dueño de una conocida carnicería en el barrio del Testaccio. Y ahora, en Leicester, una ciudad conocida por sus pasteles de carne de cerdo, ya tiene su propia salchicha.
Los Foxes no desfallecen, y cuando no marca Vardy u Okazaki, pues aparece Marhez. 0-1 y tres puntos más. Por detrás, tampoco falla el Tottenham, liderado por los goles de Harry Kane, dos más esta jornada. Si bien el otro artillero que acaparó portadas fue el joven y explosivo Marcus Rashford, autor del único tanto en el derbi de Manchester, 0-1 para el United. Marcó en su debut con los Red Devils, en su debut en la Premier y ahora en su debut en un derby de la ciudad. «La semana pasada nos preguntábamos si Rashford podía jugar con el primer equipo. Ahora si puede jugar con la selección inglesa», decía su técnico Louis van Gaal. De momento, el chaval gana 1.000 libras semanales, tardaría cinco años en embolsarse lo que su compañero Rooney en una semana.
Tanto United (50 puntos) como City (51) se juegan estar en Champions la próxima temporada, lo mismo que el sorprendente West Ham (50), que podría pasarles por la derecha y relegar a José Mourinho y Pep Guardiola a la Europa League. Si el Leicester obraría el milagro, los Hammers –que este verano se mudarán al Estadio Olímpico londinense– darían la campanada. Más incluso que los calcetines de ‘‘South Park’’ que lució Rafa Benítez en el derbi del norte de Inglaterra, y cuyo Newcastle empató. La próxima vez le diré al pedo que se aguante más tiempo en el culo antes de salir, que diría su personaje Cartman.