En su comunicación general, a la que ha tenido acceso GARA, la organización clandestina hace un repaso detallado del camino recorrido por ETA desde la Declaración de Aiete, se detiene en la situación de los presos y la actividad por sus derechos, valora la actualización a la que se enfrenta el «movimiento de liberación» y, finalmente, expone algunos criterios generales sobre los que asentar la actuación de la propia ETA.

El documento, datado en febrero y de doce folios de extensión, se presenta como una comunicación interna (“Barne Komunikazio Orokorra” en euskara, idioma en el que está escrito el texto). Pero ya en su prólogo explica que, además de a la militancia de ETA, se hará llegar a otras personas y agentes para que puedan conocer el punto de vista de esta organización.

Sobre su línea de actuación, ETA señala tres factores que la condicionarán: el proceso popular que debe estructurarse tras el cambio de ciclo, con «la decantación independentista» como eje; el proceso Abian, como ejercicio de actualización de la estrategia de la izquierda abertzale; y el devenir mismo de la situación política, marcada actualmente por una fuerte inestabilidad.

Hace referencia también a las últimas operaciones policiales en su contra y reconoce el importante daño que le han producido, aunque subraya que «la organización es aún capaz de mantener sus compromisos y seguir con el proceso, gracias a las medidas adoptadas en 2013 [año en el que se desmanteló el marco de Noruega para el diálogo] y a los apoyos y recursos obtenidos en el cambio de ciclo».

Así, informa de que mantiene su dinámica de relaciones, para la que confirma como interlocutores a los dos detenidos en Baigorri: Iratxe Sorzabal y David Pla. «Es evidente que tener a dos interlocutores en prisión condiciona la situación, por lo que, para poder responder debidamente a los compromisos y quehaceres, es posible que la delegación se amplíe», explica ETA, antes de añadir que la Comisión Internacional de Verificación y otros agentes ya han sido informados sobre estos extremos.

Confirma que continúa con el proceso de sellado e inventariado de armas, que ha concluido de «forma total» respecto a un importante lote en el pasado enero. Desde que se iniciara en 2014, dicho proceso no se ha interrumpido, pero sí se ha ralentizado «por cuestiones obvias».

El objetivo de ETA es llevar ese inventariado y sellado a un nivel suficiente que le permita acometer nuevos pasos con el concurso de agentes vascos e internacionales. Entiende que, en la resolución del conflicto, se debe avanzar en el conjunto de la agenda y en cada uno de sus puntos, sin que descarte para ello mantener contacto, «de forma directa o indirecta», con los gobiernos.

Presos y refugiados

La cuestión de los presos, refugiados y deportados ocupa una extensa parte de la comunicación de ETA. Entiende que no se puede analizar la posición de los estados en esta materia desde una perspectiva meramente vengativa, ya que con el bloqueo sobre las consecuencias del conflicto buscan, además, perjudicar «a la izquierda abertzale y al proceso popular que debe levantarse». Para ETA, «la diferenciación entre las consecuencias y los motivos del conflicto se ha difuminado, pues la negativa a abordarlos es total y única. Para el Estado –añade– todo es proceso, por lo que no tiene la menor intención de alimentarlo en ninguno de los dos ámbitos».

En definitiva, ETA cree que los estados pretenden bloquear el conjunto del proceso de liberación bloqueando la cuestión de las consecuencias del conflicto, dado que es aquí donde «más capacidad» tienen de condicionar negativamente.

En ese contexto, reconoce que, aunque hay una amplia mayoría social a favor de los derechos de los represaliados y se han producido acontecimientos importantes, existe cierta incapacidad de desarrollar toda una línea de actuación.

Destaca, además, que el Estado, y también el PNV, buscan provocar contradicciones y desorientación en las bases de la izquierda abertzale aprovechando esta cuestión, por lo que considera que se debe escapar de esa «trampa» y replantearse la cuestión. «El esquema y la visión de que se comience a dar una salida global a la cuestión de las consecuencias para después abordar el diálogo/acuerdo político sobre las causas no ha tenido recorrido», constata.

Por eso, para variar la situación, apuesta por acometer el proceso político general (proceso independentista) y, en ese contexto, desarrollar el trabajo por los presos, para lo que, a su juicio se presentan tres grandes retos: fortalecer el «proceso popular global», desarrollar el ámbito judicial y constituir un movimiento social cada vez más amplio en favor de la excarcelación.

Se refiere, en este contexto, a la constitución de Amnistia Ta Askatasuna (ATA). Y se informa de que la denuncia de intentos de dividir al colectivo de presos (EPPK) realizada el pasado mes de diciembre en París por seis de sus militantes contaba con la aprobación de la propia ETA.

Antes de dejar sentado que ni ese nuevo grupo ni la línea que impulsa cuentan con su apoyo (por no ofrecer camino para desbloquear la situación, por plantear una posición de mera resistencia, por limitar la acumulación de fuerzas y por propiciar la división, entre otros motivos), la organización armada remarca la importancia de ampliar la fuerza social en apoyo a la excarcelación de todos los presos.

«Esa es la prioridad de la militancia de ETA, no los reconocimientos ni las medallas», señala, para concluir que en este momento lograr ese objetivo constituye «el mejor homenaje a los caídos en la lucha».

«Irabazteko borroka ildoa eta ibilbidea izatea da gakoa»

ETAk ezkerreko independentismoaren ildoa gaurkotzeko hausnarketaren garrantzia nabarmendu du bere Barne Komunikazio Orokorrean, egungo testuingurua aztertuta, «Euskal Herria bidegurutzean baitago, egoera aldakorrean murgilduta».

Horiek horrela, «1978ko iruzur politikoaren modukoa ez errepikatzea eta herri gisa askatasunerantz urrats erabakigarriak egitea» borroka gaitasunaren araberakoa izango dela uste du. Bere esanetan, bi dira aukerak: «Prozesu independentistaren bidez haustura demokratikoa egin ala Espainiako Estatuaren balizko erreformaren barnean Euskal Herrirako espetxealdi sakabanatu berri bat gauzatu. Beraz, datozen hilabete eta urteetan Euskal Herrian gertatuko diren aldaketen norabidea eta nolakotasuna dira jokoan daudenak».

Hartara, «ezker abertzalearen erronka eta borroka herriaren gehiengoa lehenaren aldera eramatea» da, bere iritziz. Azken urteetan estrategian egindako aldaketak, beste arrazoi batzuen artean, horri erantzun nahi izan diola dio; hau da, «euskal jendartearen gehiengoa konponbidearen, erabakitzeko eskubidearen eta burujabetzan oinarrituriko eredu oso baten alde jarriz, prozesu hori atzeraezin bihurtzea».

Baldintzak izan badirela uste du, hala nola «euskal jendartearen gehiengoak gatazkaren konponbidearekiko adierazitako aldekotasuna», «Espainiako estatu ereduaren krisia eta, horren baitan, ukazioan oinarrituriko marko politikoen agortzea», «gure mugaz kanpoko burujabetza prozesuen erreferentzia», «Euskal Herriaren erabakitzeko eskubidearen aldekotasun sozialaren indartzea», «burujabetza eta eredu sozioekonomiko berri baten alde bultza egiteko gehiengo sindikala», «Lapurdin, Nafarroa Beherean eta Zuberoan Aietez geroztik irekitzea lortu den fase politiko eta indar harreman berria», «Nafarroa Garaian azken hauteskundeen ondoren izan diren aldaketa garrantzitsuak» eta «mugimendu eta proiektu independentista eta ezkertiarraren hedapena Euskal Herri osoan, herri nahiz instituzioetan».

Halere, «ildoaren argitasun eta iniziatiba falta» dagoela, eta ezker abertzaleak horretan egin beharko lukeela indar uste du. Kezkagarritzat du bere oinarrien artean sumatutako atxikimendu falta. ETAren iritziz, «gakoa irabazteko borroka ildoa eta ibilbidea izatea da eta oinarri militanteak eta sozialak hori konbentzimenduz ikusteko eskuz eskuko lana egitea. Eta horixe da une honetan dagoen erronka». Ezker abertzalearen barne kohesioaren garrantzia azpimarratzen du horretarako.