Umore Azoka de Leioa concluyó ayer tras darse a conocer que Larrua (Mejor Artista Emergente), Vendaval (Mejor Espectáculo Callejero por “Soif/Sed”) y Philo&Jole (Mejor Espectáculo Callejero de Euskadi) son los premiados de esta edición. Pero, antes de saberlo, Leioa seguía siendo un hervidero de las artes escénicas. Volvió a descargar el agua, fue una rotunda tormenta, cuando Leioa explotaba de ciudadanía buscando un hueco en lo ofrecido. En esas horas donde los niños se convierten en una plaga y sus tutores en unos cuerpos presentes con autoridad ausente. Cuando todo es familiar, de cuadrillas, de encuentros, en los que los mayores hablan de sus cosas, los niños buscan primera fila y los artistas desgranan sus ocurrencias.

La realidad, en su versión pequeña, casi íntima o cuando adquiere proposición de grandilocuencia intenta narrar la desazón del ser humano ante unas vallas que cortan los caminos, hacia el otro lado, hacia la ilusión de libertad, esos lugares fronterizos donde se acumulan miedos, se agotan las esperanzas y comienza un dolor eterno. Hablo de las vascas de Plataforma Tirante Colectivo Artístico, con su claro manifiesto solidario “Tras la frontera”.

Anecdotario itinerante. El desembarco de la danza a los espacios abiertos nos proporciona una selección de danzas de diferentes estilos de Andoni Aresti Dantza Eskola, con una final apoteósico de flamenco. Éxito total de público. Una mezcla más chocante es lo que proponen Tio Teronen Semeak, mezclando músicas tradicionales y populares. Y así podríamos seguir, porque también comprobamos la fascinación que crea ver la danza vertical, que limita los movimientos a un lenguaje expresado con tres signos.

Los unipersonales son una solución: El Gran Dimitri con su “Cirkusz Rupt”, descompensado de tiempo, con chispazos brillantes. Yeyo Guerrero y su “Surfer Clown”, de manual. Javier Ariza y “Antes es mejor”, con un seiscientos como protagonista. Canciones en directo. Recurso de la nostalgia y la estética setentera. Zanotti y su transformismo en el escaparate, muy barroco. Como barroco es lo que hace Fafá Franco en “Sienta la cabeza”, una peluquería desbordante. Un clásico de los festivales de calle y fiestas populares. Divertido y colorista. 

Cabos sueltos: Álvaro Esteban y Laura Aris presentaron una magnífica pieza de danza muy física, “Cualquier mañana...”. Momentos impresionantes. Toi D’Abord con tres números, circo elaborado, historiado. Momentos de gran espectacularidad. Los juegos y maquinitas de Toc de fusta, para entretener. Una curiosa obra de títeres y objetos, “Manneken’s piss” de los catalanes Campi qui pugui Producciones. Y muchas más cosas que pasaron sin que este cronista las pudiera atrapar.