Arantxa MANTEROLA
BAIONA

Valls guillotina de nuevo el debate de la reforma laboral con el 49.3

El primer ministro, Manuel Valls, recurrió por segunda vez al polémico artículo 49.3 para cortar de tajo el debate de los diputados sobre el texto de la reforma laboral que debía iniciarse ayer al no contar con la mayoría suficiente para avalarlo. Los Republicanos anunciaron que no presentarán moción de censura al Gobierno. Queda por ver si comunistas, ecologistas y críticos del PS lograrán las 58 firmas necesarias para hacerlo y, en ese caso, si llegará a prosperar.

Diputadas y diputados franceses se disponían ayer a debatir en segunda lectura el texto de la ley El Khomri y a tratar las cerca de mil enmiendas (casi la mitad al famoso artículo 2, el más controvertido) para votarlo el viernes. Bien es cierto que, como en mayo, también esta vez asomaba la sombra del artículo 49.3 que permite al Gobierno, en base a «su responsabilidad» y en circunstancias particulares, aprobarlo sin el voto de los parlamentarios aduciendo al interés general del país. Y así fue.

A las 15.15, Manuel Valls declaraba en la Asamblea Nacional que el Ejecutivo echaba mano de dicha prerrogativa constitucional «porque el texto ya ha sido objeto de una concertación muy amplia y porque es una ley necesaria para el país».

La siguiente secuencia será la de la moción de censura si los diputados del FG, ecologistas y díscolos del PS logran en 24 horas el aval mínimo de 58 diputados para poder presentarla. Los Republicanos, que sí lo hicieron en mayo, cuando no salió adelante, anunciaron ayer que esta vez no la presentarán. «Ya vale de mascaradas. Que Valls se las arregle con su campo en ruinas», manifestó Christian Jacob, jefe del grupo parlamentario de la derecha.

Último intento infructuoso

La tensión y las contradicciones internas vuelven a aflorar, con más fuerza si cabe, puesto que ayer mismo hubo un último intento de llegar a un compromiso entre los electos de la mayoría. El portavoz del grupo PS, Olivier Faure, propuso, con el apoyo de 123 de sus compañeros (1/3 de los diputados), discutir la posibilidad de volver a fijar en el 25% el porcentaje mínimo del plus para las horas extras (y no un 10% como lo estipula el nuevo texto).

Sin embargo, la iniciativa no fue bien acogida por el diputado Christophe Sirugue, que es quien dirige el trámite parlamentario de la ley y que no fue ni tan siquiera avisado de antemano. Este consideró que las enmiendas aportadas la semana pasada en la Comisión de Asuntos Sociales son «suficientes» para evitar que se volviera a utilizar el 49.3. El propio Valls acabó en corto con dicha propuesta diciendo: «¡Ya vale de jugar!».

A la salida de la reunión, los críticos del PS deploraban esa actitud y cargaban sobre el Gobierno la responsabilidad de «romper la legitimidad institucional» con el decretazo de «Monsieur Veto» (por Valls).

Algunos colectivos no están dispuestos a la tregua estival

Por doceava vez, los sindicatos y colectivos opuestos a la ley desfilaron por las calles de diferentes ciudades para exigir su retirada. En París lo hicieron, como en las dos anteriores manifestaciones, escoltados por más de 2.000 policías y con un trayecto muy definido desde la plaza de Italia a la de la Bastilla. Antes de iniciar la marcha, los portavoces sindicales anunciaron que hasta el comienzo del nuevo curso no habrá más convocatorias a la movilización masiva, si bien no descartaron acciones más locales, especialmente en zonas turísticas.

En Baiona, donde ayer se manifestaron cerca de un millar de personas, también se han suspendido las convocatorias. No obstante, miembros del colectivo Hasta la Retirada, informaron de que no están de acuerdo con esa tregua estival «sobre todo cuando el Gobierno echa otra vez mano del 49.3» y que «intentarán seguir movilizados». Así, el sábado se concentrarán en Kanbo, donde el PS departamental celebra su universidad de verano, a partir de las 8.30 en el colegio Errobi.A.M.