Obligado por la situación económica, Gipuzkoa Basket ha decidido resetear su proyecto deportivo y ayer presentó las bases de su refundación de la mano de la Diputación de Gipuzkoa, otro actor importante en la decisión de dar un paso atrás para tratar de reflotar el barco desde la LEB. En este sentido, resultó significativo escuchar la reprimenda pública del diputado Denis Itxaso, antes de firmar, eso sí, un convenio por el que el club recibirá 250.000 euros anuales durante las cuatro próximas temporadas, con una aportación extraordinaria de 250.000 para este ejercicio, que cubrirá los costes de inscripción en la nueva categoría, la LEB Oro.

En su alocución, el dirigente del PSE señaló que «después de los resultados deportivos de las últimas temporadas y de constatar que el proyecto en ACB resulta inviable, tanto deportiva como también económicamente, este nuevo acuerdo va a permitir que Gipuzkoa pueda tener un equipo en la Liga LEB Oro y pueda seguir disfrutando de baloncesto de alto nivel». Un baño de realidad a una entidad a la que la temporada pasada la propia Diputación duplicó las subvenciones que recibía.

«Volver a los orígenes»

La reflexión conjunta ha llevado a interiorizar que, como señaló la presidenta Nekane Arzallus, «seguir en la ACB hubiera supuesto un esfuerzo sobrehumano» y apostaron por «volver a los orígenes» del club, algo que pasa por regresar al Gasca, a poder ser los viernes por la noche.

A partir de ahí, lo único que parece seguro, aunque no lo llegaron a confirmar, es que Porfi Fisac será el entrenador del primer equipo. La cifra de la deuda total del GBC –el dinero que recibirá del fondo de ascensos y descensos no parece ser suficiente para cubrirla–, el presupuesto para la LEB y la plantilla siguen sin ser públicas.