Una modalidad explosiva tras 92 años de ausencia
Australia en chicas y Fiji en chicos encabezan unos pronósticos muy abiertos.
El rugby retorna a unos Juegos de los que está ausente desde París 1924. Entonces el oro fue para Estados Unidos, en un torneo con solo tres equipos. El regreso se produce en la modalidad de Seven, cuyos orígenes se remontan a 1883 en Escocia pero que está viviendo un ‘boom’ en los últimos años.
El formato se adapta como un guante a las apreturas de calendario olímpico. Siete contra siete en partidos de 14 minutos, como enfrentar a dos equipos de fútbol sala sobre el césped de Anoeta. Un deporte explosivo, propenso a las sorpresas porque no hay tiempo para enmendar errores, y que se ventilará en tres jornadas por categoría.
Empiezan hoy las chicas, que terminarán el lunes. Martes, miércoles y jueves será el turno de los chicos. Doce equipos en tres grupos, los ocho mejores pasan a cuartos para enfrentarse en eliminatorias directas.
Nutrida presencia vasca. Amaia Erbina, Bárbara Plá, Ángela del Pan y Lauriane Lissar, las tres primeras con España y la del AS Baiona con Francia. Y otros tantos hombres. Pablo Feijóo, Ignacio Martín e Igor Genua con la roja de Los Leones, y Vincent Iñigo con Les Bleus.
El calendario del Seven orbita en torno a las World Series, un calendario de torneos relámpago de selecciones a lo ancho del planeta. Las y los jugadores tienen contrato con sus respectivas federaciones, no con clubes. En féminas la vigente campeona es Australia, que se impuso en tres de los cinco torneos de la pasada campaña. Nueva Zelanda, Canadá e Inglaterra se presentan como alternativas.
En categoría masculina, Fiji aspira a conseguir la primera medalla de su historia olímpica tras romper el dominio de Nueva Zelanda en las dos últimas ediciones de las World Series. Sudáfrica también apunta al podio, sin olvidar a otras potencias como Australia, Argentina, Kenia o Estados Unidos.